- ¿Considera que se ha cumplido el objetivo que se habían marcado los empresarios?

- Sí. Los empresarios queríamos que el Gobierno entendiera que ni estamos pidiendo barra libre ni saltarnos las normas para invertir. Todo los contrario, sabemos que hay un marco jurídico, la Ley de Medidas Urgentes, que dice que la administración no pueden obstaculizar la inversión en materia de equipamientos complementarios, y por eso se le ha pedido al presidente que utilice al ar-tículo tres de esa ley, que dice que puede haber interlocución con la patronal para elaborar planes específicos para dar cobertura estos proyectos que generan riqueza y empleo.

- ¿Le quedó claro a Rivero que no defienden proyectos particulares?

- Espero que sí, porque precisamente le insistimos al presidente que son proyectos que llevan aparejada una cadena de empleo en varios sectores.

- ¿También le hizo ver al presidente que esto no era una campaña orquestada por un medio?

- Sí. Mire, le traje al presidente un dossier de prensa desde 1998 hasta ahora para demostrarle que nuestro discurso no es nuevo, ni oportunista, ni malintencionado, sino que todo lo contrario, es un discurso coherente que lleva quince años instaurado y que permanece inalterable. La política urbanística y la económica no van de la mano, porque hay un integrismo territorial de ordenación y de burocracia que hay que romper ya en Canarias.