Como en las cenas familiares, el acuerdo sobre las modificaciones legales necesarias para que la custodia compartida sea el modelo preferente en procesos de divorcio o separación no se zanjó ayer en el Parlamento sin una buena discusión previa.

La proposición no de ley presentada por el grupo Popular para instar al Gobierno central a cambiar la norma se aprobó por mayoría, pero antes fue necesario que los nacionalistas y socialistas, en una acción conjunta, retiraran una moción en la que proponían la apertura de un debate en las Cortes Generales que fue directamente tachada por el popular Víctor Moreno como "ridícula".

El calificativo incrementó varios grados la tensión de la Cámara, subió el volumen del cruce dialéctico entre Moreno y la nacionalista Flora Marrero y obligó a la intervención -poco habitual- primero del portavoz de PSC-PSOE, Manuel Fajardo, y luego del presidente del grupo de CC-CCN, José Miguel Ruano.

A colación en el debate salieron, de boca del popular, el apoyo que dio el exsenador nacionalista Alfredo Belda a la misma propuesta del PP debatida en la Cámara Alta la pasada legislatura y, de boca de la nacionalista, no sin ironía, la "poca coherencia" del senador que defendió la ponencia entonces y que, en el caso de su separación, reclamó la custodia de sus hijos para sí y los alejó de la madre 200 kilómetros.

Encendidos los ánimos, Flora Marrero acabó por meter el dedo en el ojo a Moreno al alegrarse en público y voz alta de que, en su relato de las diferentes tipologías de familias, "no se olvidara de las homosexuales".

Al presidente de la Cámara, Antonio Castro Cordobez, le costó un buen rato calmar las aguas.

Finalmente la PNL se aprobó con el voto a favor de PP y el Grupo Mixto y la abstención de nacionalistas y socialistas.