- ¿No es contradictorio que el presidente cite a los inversores con proyectos paralizados y días después eleve el tono en el Parlamento?

- Nadie esperaba la salida de tono días más tarde de la reunión. Además no es el momento. Vivimos una situación complicadísima para la inversión y ese tipo de declaraciones no ayudan. Lo que toca ahora es animar la inversión y mimarla.

- ¿Haciendo excepciones?

- Cuando hablamos de medidas excepcionales parece que se piden privilegios, y hoy en día lo que hay que hacer es generar medidas para que cualquier inversor que tenga en el foco a Canarias, que mire a esta tierra como una tierra receptora de inversiones, se decida a generar actividad económica.

- Berriel cree que ustedes buscan excepciones, algo contrario al principio de igualdad.

- Todo lo contrario. La maraña legislativa lo que vulnera es el principio de igualdad. Es tan complicada la burocracia o el solapamiento de leyes que existen en estos momentos que crean desigualdad, arbitrariedad o inseguridad jurídica. Al final, la absoluta complicación legislativa a lo que lleva es a la arbitrariedad de las administraciones públicas, que es lo que parece que les ha gustado en los últimos años: decidir quién puede invertir y cómo en cada momento, a base de interpretar leyes muy difíciles de interpretar.

- ¿Hay arbitrariedad en las administraciones?

- Es que cuando las leyes no son claras hay que interpretarlas y las interpretaciones generan posibles arbitrariedades. Llega un momento en que el entramado de leyes prácticamente te imposibilita cumplir el cien por cien de las leyes y ahí es donde entra el amiguismo, el favoritismo, el que en unos territorios se pueda interpretar la ley de una forma más flexible que en otros. Si las leyes fueran menos y más claras probablemente estaríamos protegiendo mejor el territorio y protegiendo mejor la inversión. Esos mensajes que lanza el Gobierno de machacar el territorio, ¿qué empresario ha pretendido invertir fuera de suelo previamente ordenado? Nadie. Lo que la gente está pidiendo es rematar proyectos que son de hace 10 o 15 años. Nadie está hablando de invadir más territorio. Decir eso es populismo.

- ¿Cree que trata de poner a la opinión pública en su contra?

- Últimamente el mensaje por parte del Gobierno es muy agresivo hacia la inversión y el empresario y la verdad es que no se entiende porqué. A nosotros nos sorprende. El mensaje que lanzamos desde el mundo empresarial es de prudencia, de análisis y de trabajo. No entendemos ese discurso tan agresivo.

- ¿Qué cree que esconden esos mensajes del presidente?

-Habría que pensar que es el momento difícil por el que atraviesa su partido [CC]. Eso le ha jugado una mala pasada y ha dicho algo que realmente él no quiso decir. El problema es si lo que ha dicho es lo que realmente piensa o si ha sido una frase desafortunada. Me temo que, por la reiteración del discurso, es realmente lo que piensa.

- ¿El qué? ¿Que los empresarios quieren amasar dinero en poco tiempo?

- El presidente tiene una cierta aversión a la economía de mercado, tiene cierta aversión a lo que es la empresa y la función del empresario. No lo llega a comprender. Afortunadamente vivimos un entorno de libre mercado, y digo afortunadamente porque los países de nuestro entorno son los que han conseguido estabilidad, cotas de desarrollo económico y cotas de bienestar social. Eso se ha conseguido en el sistema económico que compartimos con la UE y EEUU. Pero parece que él no se encuentra cómodo en la economía de mercado.

- ¿La reunión de la semana pasada con los empresarios fue solo una puesta en escena?

- Los empresarios fueron a esa reunión con la mejor voluntad de exponer cuáles eran sus proyectos de inversión, todos con un largo tiempo de tramitación previa y sometidos a distintos obstáculos administrativos de distintos niveles. Sin duda alguna no podemos decir que toda la culpa sea del Gobierno, también es de ayuntamientos y del Cabildo, pero está en la mano del Gobierno aplicar leyes de rango superior y facilitar que esa inversión se lleve cabo.

-Usted se ha referido al entorno empresarial de Rivero. ¿Hay ahí empresarios que amasan dinero en poco tiempo?

-La frase del presidente es desafortunada, o se refería a grupos empresariales de su entorno porque yo no conozco empresarios como los que él definía. En concreto, en el Círculo la edad media de la actividad empresarial supera los 30 años. Hablar de hacerse rico en poco tiempo, como si la función del empresario fuese esa, aquí no la hemos visto. En Gran Canaria la independencia entre sector empresarial y el político siempre ha estado garantizada y hay grupos empresariales con ideas nacionalistas, socialistas, afines al PP, pero que nunca han tenido que ver ni han mezclado política y empresa. Cuando oigo ese tipo de frases me parecen más propias de Venezuela. Duele mucho que te llamen delincuente y el presidente nos ha llamado delincuentes. Y eso es lo que dice cuando asegura que un empresario amasa dinero como si fuera un grupo mafioso

-Habla de separación entre la política y empresa en Gran Canaria. ¿No es así en Tenerife?

- Creo que en Tenerife, donde ha habido una continuidad exagerada en el tiempo de un único partido político gobernando todas las instituciones y que además se ha rodeado de empresas públicas y de grupos empresariales afines, creo, digo, que eso no ha sido sano y que además la propia isla lo está rechazando en estos momentos, porque le ha producido daño y también a los empresarios tinerfeños.

- ¿Quiénes son los empresarios afines al presidente?

- No lo sé. Eso es algo que ya ha pasado y yo no les llamaría empresarios en ningún caso. El empresario, por definición, es alguien al que le gusta trabajar en un régimen de libertad, que le gusta competir en el mercado y que en ningún caso busca favoritismo o monopolios.

- Berriel habló de ataque preventivo. ¿Contra qué se tiene que prevenir el Gobierno?

-Espero que sea otra frase desafortunada porque la verdad es que ¿quién entiende que cuando estamos en una situación desesperada nos digan: no, es que hasta febrero o marzo no podemos empezar a debatir la nueva ley del territorio?, ¿quién entiende las vacaciones parlamentarias en estos momentos? ¿Cómo se explica que en enero el Parlamento no funcione?

- ¿Debería habilitarse enero para debatir la nueva ley territorial en el Parlamento?

-A lo mejor lo que hay que pedirle al Parlamento es que cierre todo el año. Cuanto menos leyes haya mejor, pero primero que se reúnan dos o tres meses para aclarar el lío que han armado los últimos quince años. Cuando lo hayan resuelto, quizá lo mejor sería que se reuniesen mucho menos.