Dolores Molina de Aguilar, la mujer del broker italiano Giovanni Carenzio, fue denunciada el pasado mes de mayo por la Fiscalía Delegada de delitos económicos de Las Palmas de Gran Canaria por un posible delito contra la Hacienda Pública que le hace deber a las arcas más de tres millones y medio de euros.

La denuncia, interpuesta por la fiscal delegada, Eva Ríos, deriva de las actuaciones de comprobación e investigación desarrolladas por la Inspección de Hacienda referidas a las declaraciones de 2005 a 2008 de Molina de Aguilar. En el curso de las actuaciones tributarias, se comprobó que en sus declaraciones no estaban justificados más de ocho millones de euros (8.148.454,48) procedentes de dos cuentas bancarias (una del Deutsche Bank y otra del Banco Santander) titularidad exclusiva de ella en las que consta como persona autorizada su marido.

En concreto, en 2005 no declaró 399.382,49 euros; en 2006 la cantidad sin justificar ascendió hasta los 2.322.469,99 euros; en 2007 alcanzó su máximo con 2.884.500 euros y en 2008 descendió hasta los 2.542.075 euros.

La querella, a la que ha tenido acceso este periódico, cifra en más de tres millones y medio de euros (3.555.925,24) la cantidad que Molina de Aguilar tendría que haber pagado al erario público en caso de haber comunicado estas ganancias.

Las cantidades presuntamente defraudadas, al ser todos los años superiores al límite de los 120.000 euros establecido para diferenciar las infracciones administrativas de las penales, llevaron la denuncia al Juzgado de Instrucción número 1 de Las Palmas, donde Molina de Aguilar ya prestó declaración.

La esposa de Carenzio, el broker italiano conocido por haber estafado presuntamente a dos familias tinerfeñas entre cuatro y cinco millones de euros que ya le han denunciado, sólo reflejó en sus declaraciones a Hacienda no más de 33.000 euros en concepto de rendimientos de trabajo personal y un año un rendimiento de capital mobiliario de 55.882,24 euros y un saldo neto de ganancias patrimoniales de 8.768,58 euros.

Su marido, que sigue en paradero desconocido aunque se presume que se encuentra en alguna región de Italia, no ha vuelto a ponerse en contacto con Eligio Hernández, el letrado de las familias que le han denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción de Las Palmas por presunta estafa, blanqueo de capitales, corrupción de transacciones internacionales, apropiación indebida y un delito contra la Hacienda Pública. Sin embargo, este mismo mes tiene un juicio por la vía civil por un "préstamo" de 300.000 euros que no llegó a devolver.