El broker italiano Giovanni Carenzio no se presentó ayer en el juzgado para resolver un acto de conciliación por una deuda de 300.000 euros que mantiene con un conocido ciudadano grancanario. El inversor, emparentado con la alta sociedad canaria, se encuentra en Nápoles (Italia), desde donde avisó que no podía acudir por estar enfermo. No obstante, nadie se presentó en su lugar en el juzgado para acreditar su dolencia mediante algún certificado médico. Por todo ello, el perjudicado por la presunta estafa interpondrá esta semana una querella.

El prestamista de Carenzio, que prefiere guardar el anonimato, explicó al salir del Juzgado de Primera Instancia Número 12 de Las Palmas de Gran Canaria, que el italiano "no había justificado su incomparecencia mediante certificado alguno y que se había limitado a decir que anda ingresado en una clínica aparentemente italiana sin llegar a justificarlo".

Por este motivo, y como había comentado en otras ocasiones en declaraciones a LA PROVINCIA/DLP, no le quedaba "más remedio que acudir a la vía penal". Su representante legal ya se encuentra redactando una querella que será presentada durante esta semana y que se convertirá en la segunda interpuesta contra Carenzio.

La primera, en este caso una denuncia, fue entregada a la Fiscalía Anticorrupción de Las Palmas por el abogado Eligio Hernández, que actuaba en representación de dos familias tinerfeñas a las que Carenzio presuntamente habría estafado entre cuatro y cinco millones de euros. El broker les había ofrecido jugosos beneficios en operaciones financieras que sólo podían ser realizadas por él y que luego resultaron ser una estafa al no devolverles el dinero prestado.

Al igual que la denuncia que el exfiscal general del Estado entregó el pasado mes de noviembre, tras ver frustrados sus intentos por llegar a un acuerdo verbal para saldar la deuda, la de este acreedor también contará con una orden internacional de búsqueda y captura ya que, según los últimos datos conocidos, reside en un inmueble de la calle napolitana Alessandro Scarlatti.

El nuevo denunciante de Carenzio comentó antes de abandonar el juzgado, que "lo previsto era lo que había sucedido, que no compareciese", y se preguntaba dónde estaban todas esas personas que le reclamaron sus ahorros a las puertas de su casa en Vegueta a finales del pasado mes de diciembre.

"Yo no sé por qué está gente al final no ha denunciado", comentó. " ¿Qué es lo que ha pasado con ellos?, ¿por qué no hablan?". Y la respuesta a sus dudas surge igual de rápido que las cuestiones: "A todos esos los tiene enganchados con que les va a dar miserias, para ir demorando de alguna manera el pago".

El propio demandante aseguró que no ha recibido noticias del inversor italiano desde que se marchó a Italia en verano con el propósito de conseguir el dinero que debía a sus múltiples acreedores. También sigue sin respuesta la demanda del Eligio Hernández, que fue enviada a la Fiscalía General del Estado por la gravedad de los hechos denunciados, en los que se aseguraba que Carenzio era parte de una "red de fraude fiscal, blanqueo de capitales, corrupción de transacciones internacionales, estafa y apropiación indebida [...] que, indiciariamente, aparecen relacionados con la actividad de grupos delictivos organizados".