El Gobierno canario ha reducido en unos 780 millones de euros sus gastos de funcionamiento y de personal en los últimos cuatro años. Sin embargo, la política de ajuste y austeridad aplicada por el Ejecutivo regional desde el inicio de la crisis se ha dejado sentir con especial incidencia en la inversión productiva, el gasto social, las transferencias de capital y las subvenciones. En total, el Ejecutivo se ha ahorrado 2.280 millones de euros desde 2008.

Las medidas adoptadas han sido múltiples, aunque los recortes se intensificaron en los presupuestos de 2010 y 2011 como consecuencia del desfase en los ingresos, la caída de las transferencias procedentes del Estado y las obligaciones contraídas para reducir el déficit público. De esta forma, Canarias pasó de tener presupuestos expansivos hasta 2008, con crecimientos relativos de hasta el 15% anuales, a una drástica caída que alcanzó su punto álgido en 2011 con un ajuste cercano al 12%, lo que se tradujo en casi 1.000 millones de euros menos.

Los números cantan. En cifras redondas el capítulo de personal se ha reducido en unos 280 millones de euros, los gastos corrientes en cerca de 500 millones, el gasto social en más de 600 millones, la inversión directa en más de 200 millones, el sector público en cerca de 100 millones, etcétera. Un conjunto de recortes y contención del gasto que ha contraído aún más la actividad económica y ha imposibilitado impulsar políticas de crecimiento y dinamización de la economía.

Según los datos aportados por Economía y Hacienda, los gastos contenidos en el capítulo II (gastos corrientes) han pasado de 1.431 millones en 2008 a 972,8 en 2011, lo que supone una reducción de 459 millones (-32%). En las partidas relativas a suministros de telefónicas, atenciones protocolarias, publicidad, reuniones, cursos y conferencias y estudios y trabajos técnicos el ajuste ha sido de 26,8 millones de euros.