El máximo representante de la petrolera Repsol, Antonio Brufau, llegó ayer a Canarias con la promesa de inversiones que alcanzarían, en el caso de que en las aguas regionales haya petróleo, los 13.000 millones de dólares (9.911 millones de euros). Traducido en puestos de trabajo: 52.000 nuevos empleos al socaire de las plataformas. La explotación de los hidrocarburos que se encuentren a 61 kilómetros de la costa majorera no conllevará, además, "riesgo medioambiental".

La respuesta del Gobierno regional fue sin embargo la que ya conocía: no frontal a las prospecciones. Negación rotunda porque, entiende el Ejecutivo, se ponen en peligro el entorno natural y el modelo económico del Archipiélago y porque duda de que los beneficios que se anuncian lleguen a Canarias.

Fuentes del Gobierno calificaron horas después la reunión de Brufau con el presidente autonómico, Paulino Rivero, de meramente institucional. Una cita de "guante blanco" que duró poco menos de 45 minutos y en la que ambas partes se ciñeron a sus respectivos guiones.

Las exploraciones en la búsqueda de hidrocarburos suponen la reactivación de la economía de las Islas a través de industrias de servicio y en ningún caso, subrayó el presidente de Repsol a la salida de la reunión, se pone en peligro el medio ambiente ni el turismo. "En cualquier caso", dijo, "cumpliremos con las medidas medioambientales que exige Europa, las que exige España y las que pide Canarias".

"En el mundo este tipo de exploraciones se están haciendo de una forma muy extensiva en otros países también turísticos y muy avanzados". Ejemplo de ello, citó Brufau, es Río de Janeiro, "donde a 70 kilómetros de la costa hay cientos de plataformas perforando y produciendo petróleo o gas".

Brufau apuntó que de autorizarse las prospecciones por parte del Gobierno de Mariano Rajoy, éstas no empezarían hasta dentro de dos años. Previamente es necesario elaborar los proyectos para cada uno de los sondeos que se prevean -"al menos dos" señala el borrador del real decreto- y los planes de control medioambiental. "En estos dos años es cuando hay que planificar qué tipo de cosas podemos hacer, de acuerdo con la sociedad canaria, para sacarle el máximo partido a una inversión que a nosotros nos interesa que se quede residenciada en Canarias".

De llevarse a cabo el proyecto, el presidente de la petrolera aseguró que se haría no sólo respetando el modelo turístico de Canarias sino que éste se vería complementado con una actividad generadora de empleo "de alto valor añadido". "Puestos de trabajo se crearían y muchos".

Repsol asegura que de seguirse sus premisas Canarias podría convertirse en los 25 años de vida útil de los pozos "en un referente de sostenibilidad". Posición nada más lejos del punto de vista del Gobierno, que insistió en que, por el contrario, esta actividad pone en riesgo el futuro de las Islas.