El pacto CC-PSC quiere aislar a los populares y reducir su cuota de poder en Canarias. La teoría del pacto en cascada ha regresado a la política canaria diez meses después de las elecciones autonómicas y municipales y Lanzarote ha vuelto a utilizarse como banco de pruebas. Socialistas y nacionalistas han arrinconado al PP en la isla de los volcanes expulsándolo del Cabildo y de dos ayuntamientos.

Los socialistas han recuperado parte del poder perdido en Lanzarote con su regreso al Cabildo. A cambio, los nacionalistas pretenden modificar el escenario político que se formó tras los comicios de 2011 en La Palma, El Hierro y en algunos ayuntamientos de Tenerife, donde la pinza entre el PSC y el PP copa 18 ayuntamientos y un cabildo. Coalición Canaria está muy debilitada tras los batacazos electorales del pasado año y quiere recuperar poder en las islas occidentales para estar mejor posicionada de cara a las elecciones de 2015.

Pero la dirección regional del PSC se está topando con las mismas dificultades de hace diez meses y es que sus bases en la isla bonita y en la isla del meridiano no quieren oír hablar de provocar mociones de censura ni cambios de pactos. El secretario insular de los socialistas palmeros, Manuel Marcos Pérez, rechaza categóricamente entrar en una dinámica de rupturas entre PP y PSC en los ayuntamientos de La Palma: "No tiene sentido ahora buscar problemas donde no los hay, hay singularidades municipales que impiden el pacto en cascada, aunque a CC le gustaría que hubiese cambios".

Negativa

Esta negativa de los socialistas es secundada por el PP de La Palma. Su líder insular, Asier Antona, acusa a los nacionalistas de intentar desestabilizar los corporaciones palmeras, algo que rechaza el secretario de Organización de CC, José Luis Perestelo. Los nacionalistas están a la expectativa de que haya cambios para entrar a formar parte de los gobiernos locales, aunque Perestelo insiste en que no están provocando rupturas.

La visión regional en el PSC es totalmente diferente. Su secretario de Organización, Julio Cruz, admite que su partido y CC siguen "dialogando" en torno a la situación de las instituciones allí donde gobiernan los socialistas con el PP. Se trata de un trabajo difícil y arduo que también se está llevando a cabo en Gran Canaria, donde el Ayuntamiento de Telde vuelve a estar en el punto de mira, junto a Firgas y La Aldea. El presidente insular de CC, Fernando Bañolas, niega que su partido esté promoviendo un cambio político en Telde y apuesta por mantener los pactos que tiene en la isla con varias fuerzas políticas, entre ellas el PP.

Pero si un cambio político en La Palma es aún cosa de tiempo, peor escenario tiene el Pacto en El Hierro, donde el presidente insular y líder del PSC, Alpidio Armas, no lo puede decir más claro: aunque su partido le pida que cambie de socio no lo va a hacer "en ningún caso", asegura. Armas coincide con su homólogo palmero y no cree en los pactos en cascada, por ello advierte que se siente respaldado y no tiene miedo a las presiones.