"Preocupada" y "desmoralizada" confesó sentirse ayer la consejera de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, Inés Rojas, por las consecuencias que el recorte de los Presupuestos del Estado de 2012 tendrá sobre las ayudas a la dependencia. "No sabemos todavía los efectos que tendrá la eliminación de la partida acordada para las ayudas a la dependencia, ni sabemos cómo vamos seguir atendiendo a los ciudadanos que la necesitan si éstas desaparecen, pero lo que está claro es que para suprimir partidas en dependencia tendrán que tocar la ley", señaló.

La consejera firmó ayer un convenio con la patronal de la construcción de Las Palmas para continuar con el desarrollo del Plan Canario de Vivienda, cuyos esfuerzos se centrarán en la rehabilitación integral y urbana y en la reposición de barrios, en lugar de en la construcción de más viviendas sociales.

Rojas no pudo ofrecer cifras exactas sobre la repercusión que tendrán los recortes en Canarias, pero adelantó que éstos "provocarán decisiones" que llevarán a una modificación de dicho plan de vivienda y de la gestión de las ayudas a la dependencia, entre otros asuntos. "Pueden verse afectadas otras áreas como las subvenciones de las federaciones deportivas o el programa Canarias Crea".

La consejera calificó de "injusto" el trato dado a Canarias en estos presupuestos al equipararla "a otras comunidades que no han hecho nuestro esfuerzo de recortar 2.000 millones en los dos últimos años para que España cumpliera sus objetivos de déficit ante Europa".