La gestión murió sin frutos. Ni el encuentro de pasado 27 de junio entre el presidente canario, Paulino Rivero, con la ministra de Fomento Ana Pastor, ni la visita de ayer del consejero de Transportes y Obras Públicas del Gobierno regional, Domingo Berriel, al secretario de Infraestructuras del Ministerio, Jorge Ferré, alteraron el calado del recorte del Convenio de Carreteras para Canarias. La cuantía del acuerdo para 2012 quedó reducido de los 200 a los 68,5 millones euros. Y en 2013 el presupuesto será el mismo o incluso menor, en el ejercicio de un estricto control del déficit. En consecuencia, los trabajos ya en marcha se verán ralentizados, en distintos grados, durante éste y el próximo ejercicio.

Carreteras como las cuarta fase de la Circunvalación a Las Palmas de Gran Canaria, Pagador-Guía, Puerto Rico-Mogán o La Aldea quedan expuestas así a un tijeretazo que frena su avance. Ya se estaba notando antes de que Berriel pisara ayer el Ministerio, con noticias como la denuncia del descenso de personal en las adjudicatarias que ejecutan la carretera de La Aldea. Menos recursos equivalen a menos ritmo de obras, en una máxima de aplicación inmediata a la entrada en vigor de los recortes.

Rivero confiaba en conseguir en su encuentro con Pastor un extra de veinte millones de euros, vista la disminución presupuestaria planteada por Fomento. Pero ayer no sólo no se pudo confirmar el alivio inversor, sino que además se adelantaba que 2013 también sería un mal año para asegurar los recursos para las nuevas carreteras. El único remedio a las cuentas actuales para Canarias serían las de partidas que se liberasen desde Hacienda a partir de los meses de septiembre u octubre, y que pudieran incorporarse como modificación de créditos para las Islas. Algo que parece improbable en el actual escenario de restricciones económicas que aplica el Gobierno central.

Desde la Consejería de Obras Públicas y Transportes del Gobierno canario no se dieron ayer más detalles sobre las consecuencias prácticas del recorte. Sí se convocó, en cambio, una rueda de prensa para informar sobre ello este lunes. Desde la Asociación de Empresarios de la Construcción de Las Palmas (AEC) no se quiso entrar a valorar el resultado de la última reunión Canarias-Estado en Madrid, "para no incurrir en una deslealtad" con la Consejería, según expresó la presidenta de la patronal, María de la Salud Gil.

"Qué queremos hacer"

La representante de los constructores subrayó que aguardarán las explicaciones desde la administración regional, "como siempre han hecho hasta ahora", para "ver lo que queda, y qué queremos hacer en adelante", en alusión a la ficha presupuestaria concreta a la que quede reducido el convenio, y a los proyectos ya en marcha que se consideren una prioridad. Gil defendió una vez más una acción conjunta pública y privada "para salvar el futuro de las infraestructuras en Canarias", y recordó el convenio firmado en este sentido con el Gobierno regional.

La presidenta de la AEC indicó que "hay obras que no tienen el proyecto redactado, y esas difícilmente se van a poder hacer", y recordó la existencia de "vasos comunicantes" en las partidas del convenio, que permitirían su reasignación, de ahí su apreciación para establecer prioridades en la ejecución de las obras contenidas en el Convenio de Carreteras y "reactivar la inversión, que es el punto fundamental. Nosotros tenemos fórmulas y alternativas para ello y queremos plantearlas al Gobierno"

Tanto la presidenta de la patronal de los constructores de Las Palmas, María de la Salud Gil, como Rafael Pombriego, presidente de la Federación Regional de Importadores de Coches (Fredica) coincidían ayer en la necesidad de incrementar la inversión en el mantenimiento de las carreteras canarias. Pombriego indicó que, si bien el recorte en el Convenio de Carreteras no tendrá incidencia en las ventas de automóviles, "sería bueno para el interés general que se mejorara el cuidado de las vías actuales, que tienen una de las inversiones más bajas de Europa". Por su parte, Gil planteó que el mantenimiento de las carreteras se incluya en la licitación de nuevas obras, en vez de sacarlas a concurso una vez se acaben las vías. Para los constructores, señaló, "sería una manera de obtener un retorno de su inversión", recordando que las empresas "pagan por adelantado" las obras, que luego tardan en cobrar desde la administración. La presidenta de la AEC incluso sugirió la posibilidad de que se adjudique en nuevas licitaciones el mantenimiento de carreteras ya existentes, como incentivo.