El coronel Luis Gómez-Guillamón Arrabal es, desde ayer, el nuevo jefe de la Base Aérea de Gando, del Ala 46 y comandante militar aéreo del Aeropuerto de Gran Canaria. Gómez-Guillamón sustituye así en el cargo al coronel Jorge Pellejero. "Estoy encantado de que me hayan designado a las Islas para el mando de esta unidad y cumplir con la misión permanente del Ejército del Aire, que es salvaguardar los cielos de España", señaló el coronel Luis Gómez-Guillamón.

Natural de Málaga, y destinado durante varios años en Zaragoza, esta no es la primera vez que el coronel está en el Archipiélago. "He venido a Gran Canaria de maniobras porque he sido piloto de F18 durante muchos años y, cómo no, de vacaciones", comentó Gómez-Guillamón.

El hangar 07 de la Base Aérea que el Mando Aéreo de Canarias (Macan) tiene junto al aeropuerto de Gando fue el escenario elegido ayer para celebrar la toma de posesión. Poco antes de las diez de la mañana hicieron su aparición el coronel Pellejero y el coronel Gómez-Guillamón, para recibir al general jefe del Macan, Javier Salto, encargado de presidir el acto.

A su llegada al hangar, el general Salto, acompañado por el coronel Pellejero, pasó revista a los aproximadamente 90 soldados que componían la unidad en formación presentando sus armas. Acto seguido, ambos se dirigieron a saludar a las autoridades e invitados presentes, entre los que se encontraban la delegada del Gobierno en Canarias, María del Carmen Hernández Bento; el alcalde de Ingenio, Juan José Gil; y la alcaldesa de Telde, Mari Carmen Castellano.

Nombramiento

Una vez que estuvieron todos en sus posiciones, se inició el nombramiento del coronel Luis Gómez-Guillamón Arrabal como nuevo jefe de la Base Aérea de Gando, del Ala 46 y comandante militar aéreo del Aeropuerto de Gran Canaria. Un fuerte ¡viva España! precedió a las palabras pronunciadas por Gómez-Guillamón durante su juramento. Al finalizar, ambos coroneles estrecharon sus manos e intercambiaron posiciones. Según comentó el propio coronel, "es una responsabilidad el tener bajo mi mando a más de 1.700 hombres y mujeres".

El himno del Ejército del Aire, interpretado por la banda del Macan y entonado por las voces de todos los presentes, dio paso al homenaje rendido a los caídos en combate "grandes y fuertes que murieron como hombres". Los compañeros depositaron una corona de flores en un monolito conmemorativo, para dar paso a unas breves palabras del delegado episcopal castrense de Canarias, el padre Roberto Rivero.

El acto finalizó con un desfile organizado en el exterior del hangar.