La inversión directa del Estado en Canarias ha caído cerca del 60% desde que se inició la crisis en 2008, lo que ha incrementado la brecha en la inversión por habitante que figura en los presupuestos estatales. En cifras absolutas el descenso ha sido cercano a los 400 millones de euros ya que se ha pasado de una partida de 662 millones de euros en 2008 a los 269,5 millones que vienen reflejados en el proyecto de ley de presupuestos de 2013. La inversión pública per cápita era hace cinco años de 330 euros por habitante y el próximo año será de 127 euros.

Los presupuestos del Estado y las liquidaciones del sistema de financiación autonómica desde 2009 ahondan todavía más en el agujero que sufre la Comunidad Autónoma tanto en el reparto de las partidas diseñadas por Madrid para la inversión pública como en la distribución de recursos destinados a que el Gobierno canario pueda financiar sus competencias, entre ellas el grueso del Estado del Bienestar: Educación, Sanidad y Servicios Sociales.

Desde que se inició la crisis económica en 2008 los datos de la inversión del Estado en el Archipiélago no han dejado de caer. En el caso de la inversión directa, el principal descenso se produjo en el último presupuesto elaborado por el Gobierno de Zapatero. En las cuentas de 2011 se restó el 37% a la consignación de la inversión directa, con un salto de 212 millones de euros que supuso una reducción de la inversión por habitante de 273 a 169 euros.

El descenso inversor se ha mantenido con el Gobierno del PP ya que en las cuentas de este año se recogen 286 millones y para el próximo año la previsión es de 269,5 millones de euros, lo que deja la inversión por habitante en 127 euros.

Convenios

El comportamiento de la financiación de los convenios de infraestructuras ha sido diferente a la inversión directa. El convenio de carreteras pactado entre el Gobierno canario y el Ejecutivo del PSOE fijó en 207 millones de euros anuales la partida destinada por el Estado a las carreteras de interés general de la Comunidad Autónoma. Esta consignación, junto a la del convenio de obras hidráulicas, supuso un respiro para la inversión pública en Canarias ya que los fondos los incluía el Estado a través de las transferencias de capital y la Comunidad Autónoma los integraba en el capítulo VI de sus presupuestos como inversión directa.

Esta circunstancia provocó que la drástica disminución de la inversión directa en los presupuestos de 2011 fuera compensada por los fondos de los convenios, lo que elevaba la inversión estatal por encima de los 500 millones de euros.

Sin embargo, el escenario ha cambiado en el presupuesto de 2012 ya que el tijeretazo del Estado al convenio de carreteras ha dejado en mínimos históricos los fondos que destina la Administración central a la inversión pública en Canarias. De una media de 240 millones de euros anuales a través de los convenios se ha pasado este año a unos 122 millones y el próximo año a 110, gracias a que se ha mantenido la partida del convenio de obras hidráulicas.

Fue precisamente el mantenimiento de los fondos para los convenios de infraestructuras los que mantuvieron a raya las críticas políticas entre la Comunidad Autónoma y el Gobierno central. Coalición Canaria mantuvo cierta tibieza ante el drástico recorte del 37% del pasado año porque el Gobierno socialista mantuvo su compromiso con los convenios; sin embargo el PP, ya fuera del Ejecutivo regional, criticó duramente esta bajada.

Ahora las tornas han cambiado porque el Ministerio de Fomento ha aplicado la tijera al convenio de carreteras, lo que deja al borde de la parálisis a varias de las vías que se están ejecutando en la actualidad. Por lo que se refiere a la inversión directa, los fondos estatales van destinados preferentemente a los puertos y aeropuertos de las Islas, además de a otro tipo de partidas concretas para determinados proyectos y actuaciones de mejora en el litoral de las Islas en convenios con los ayuntamientos costeros.