El exalcalde de Santa Cruz y senador de CC, Miguel Zerolo, insistió ayer en que le importan bien poco las decisiones que tome su compañero de partido y actual regidor de la capital, José Manuel Bermúdez, pero consideró que con algunas de sus resoluciones se hace cierto el dicho de "otros vendrán, que bueno me harán".

Con esta frase resumía la situación que atraviesa el Ayuntamiento de Santa Cruz tras la salida del equipo de gobierno de tres concejales del Partido Socialista de Canarias: Julio Pérez, José Manuel Arocha y Mónica Molina.

El primero aludió a razones personales para abandonar el número dos de la corporación, el segundo ha solicitado tres meses de asueto para arreglar su jubilación y la tercera se va siguiendo a Pérez.

Estas deserciones a escaso año y medio de haber tomado posesión de sus cargos han pillado con el pie cambiado al alcalde y a toda Coalición en Tenerife con el comité local del partido siempre a punto de estallar por las discrepancias internas que padece.

La mediación del secretario insular de Coalición, Fernando Clavijo, es vital en esta crisis, pero una parte del comité local de Santa Cruz se ha divorciado de Bermúdez y ve en sus decisiones una amenaza de cara a recuperar el apoyo del electorado perdido en la capital durante las elecciones generales por culpa de la alianza sellada un año antes con el PSC.