"Milagros no se pueden hacer". El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, lanzó ayer esta frase ante una pregunta en el debate de Tribuna Fórum sobre la afección de los recortes en los presupuestos autonómicos en sanidad, educación y servicios sociales. En su discurso, el máximo representante del Ejecutivo autonómico incidió en que "la administración pública tiene que ajustarse a la nueva realidad" económica. "La administración no es un oasis en un páramo como en el que estamos", argumentó el presidente de CC, que confesó que "se tocarán" estas partidas, que consumen prácticamente más del 70% del presupuesto, y por lo tanto se afectará la calidad pero también el empleo.

Canarias ha ajustado desde 2008 de forma acumulada 3.000 millones de euros y durante el presente año 800 millones. Rivero cree que hasta ahora estos recortes no han tenido repercusión en la prestación de los servicios y su calidad. Es más, subrayó iniciativas como el incremento de horas de trabajo de 35 a 37 horas y media en la sanidad pública, que "permite que determinados puestos temporales no sean necesarios". Rivero se decanta por "medidas imaginativas" que contribuyan a "mantener el mejor de los niveles posibles de la prestación de estos servicios y mantener en lo posible el mayor número de empleados públicos".

Defendió una institución "más austera" y reivindicó "mayor compromiso" por parte de los empleados públicos. "Hay que exigir mayores rendimientos e imponer criterios de movilidad", adelantó Rivero como algunas de las medidas que se barajan para ajustar las cuentas autonómicas en 2013. Esto en un escenario en el que los trabajadores de la administración han visto mermada su nómina en la etapa del anterior presidente nacional, José Luis Rodríguez Zapatero, y para diciembre tendrán que afrontar la pérdida de la paga extra.

Rivero manifestó que los presupuestos de la comunidad autónoma son "difíciles" y "austeros", teniendo en cuenta que el 65% depende de las transferencias del Gobierno central. Los recortes de Madrid tendrán "efectos" en las políticas de la región, valoró. Interpretó que los Presupuestos Generales del Estado son "los peores" para las Islas en los últimos veinte años, y aprovechó para criticar que no ha visto ninguna etapa con mayoría absoluta en Madrid de "menos diálogo con las comunidades autónomas". "La mayoría absoluta no es un cheque en blanco", enfatizó.

El presidente habló ante representantes empresariales, entre ellos el presidente de la patronal de Las Palmas, Sebastián Grisaleña, el de los hoteleros, Fernando Fraile, o la presidenta de los constructores, Salud Gil.

Si Cataluña y Euskadi logran "concesiones" por parte del Estado en el debate soberanista actual, Canarias peleará también por ellas, al estimar que "tiene muchas más singularidades", según Paulino Rivero, que ayer apostó por "fortalecer el autogobierno" de las Islas. Centró parte de su charla en la crisis territorial en España y sospecha que surgirá "una propuesta de adaptar el modelo de Estado" que respete las demandas de ambos territorios peninsulares, "buscando una fórmula donde se encuentren integrados sin que haya una ruptura del Estado". "Canarias tiene que estar muy atenta para, si se producen movimientos en la estructura estatal, no quedarse atrás", aseguró. H. M.