La Comunidad Autónoma afronta el mayor desplome de la inversión pública de su historia. Los drásticos recortes del Estado en los convenios con Canarias y la caída de los ingresos propios del Gobierno regional provocan un retroceso de la inversión superior al 50%, con más de 200 millones de euros menos en todos los conceptos. El descenso de la inversión productiva estanca la incipiente recuperación del sector de la construcción y provoca un aumento del paro.

En 2013 coinciden los fuertes recortes contemplados por los presupuestos del Estado en inversión, a través de los convenios de infraestructuras, con los ajustes que se ha visto obligado a realizar el Gobierno canario por la bajada de ingresos y el cumplimiento del déficit público. El presupuesto inicial de 2012 recogía en el capítulo VI, el de las inversiones reales, un volumen de gasto de 507,3 millones de euros. Para el próximo año Hacienda ultima unas cuentas que salven a algunas inversiones de la paralización pero el escenario se torna muy complicado porque el margen de maniobra es muy escaso.

La Consejería más inversora, la de Obras Públicas y Transportes, cuenta con un descenso de unos 150 millones de euros tras la reducción aplicada por Fomento al convenio de carreteras en los presupuestos de 2013. Aunque estos fondos llegan a Canarias a través de las transferencias de capital, la Comunidad Autónoma los computa como inversión directa en el capítulo VI.

Pero las partidas inversoras más importantes de otras consejerías también se ven afectadas directamente por este descenso de fondos. En Turismo también desaparecen los 40 millones destinados a la renovación de las zonas turísticas; en Educación los 38 millones del plan de infraestructuras educativas; en Justicia desaparece prácticamente la partida destinada a nuevas infraestructuras judiciales y en Agricultura la principal inversión, el convenio de obras hidráulicas es el único que no sufre un drástico recorte.

Ante este panorama, el Ejecutivo sólo podrá echar mano de sus propios recursos o de fondos europeos para mantener algunas inversiones esenciales, mientras que el resto se parará al menos hasta 2014 en previsión de que haya una ligera recuperación de la economía a finales del próximo año, según coinciden los analistas. Sin embargo, también existe el temor a que los fondos propios de la Comunidad Autónoma no cubran las partidas afectadas procedentes de la UE, lo que puede ocasionar también pérdidas de fondos europeos, sobre todo en departamentos como Agricultura.

En este sentido, el secretario general de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), José Cristóbal García, calificó ayer de "brutal" la caída que se prevé para el próximo año de la inversión pública productiva. Esta circunstancia, unida a la recesión económica y al retroceso de la producción de bienes y servicios, provocará un incremento de la tasa de paro aunque, según García, este indicador fluctuará en función del comportamiento de la población activa.

Por su parte, el economista y director del gabinete técnico de CC OO, José Miguel González, lamenta que el Gobierno canario haya reconocido que con los presupuestos que va a aprobar en 2013 se vea incapaz de dinamizar la economía canaria. "El presupuesto es el principal instrumento de la política económica de un gobierno y con estas cuentas se resignan y son incapaces de autofinanciarse, por lo que tiran la toalla en empleo y en inversión pública", añade González.

El Ejecutivo busca alternativas que no paralicen totalmente las inversiones. El comité de inversiones y proyectos estratégicos creado recientemente por el presidente Paulino Rivero avanzó el jueves sobre la fórmula de la cooperación público-privada con el fin de encauzar proyectos de inversión públicos a través de esta vía. El Ejecutivo se ha visto obligado a descartar la prefinanciación del llamado método alemán porque computa como endeudamiento de la Administración, escenario prohibido por la estabilidad presupuestaria.