El presidente de Canarias, Paulino Rivero afirmó ayer que las prospecciones de Repsol generarán tensiones con Marruecos por la indefinición de la mediana que separa las aguas de soberanía española de las del país vecino. En una charla coloquio organizada por la Real Sociedad de Amigos del País, tanto el jefe del Ejecutivo autónomo como los presidentes de los cabildos de Fuerteventura y Lanzarote, Mario Cabrera y Pedro Sanginés, respectivamente, ofrecieron sus argumentos para oponerse a la búsqueda y extracción de hidrocarburos en aguas cercanas a las Islas.

Durante todo el debate, los responsables políticos pusieron en duda que los sondeos previstos por la petrolera se realicen a 60 kilómetros de las costas de Fuerteventura. Así lo ha afirmado Repsol desde que dio a conocer su proyecto tras reactivarse los permisos por parte del Gobierno de España el pasado mes de marzo. "Según el Boletín Oficial del Estado, están a 9,5 kilómetros de la playa del Castillo", expresó Cabrera, en referencia al perímetro más occidental de las cuadrículas sobre las que la petrolera española adquirió los derechos.

Sobre esa duda basó también parte de su discurso Rivero: "Si te pones en el Club Náutico y miras al punto anterior a la entrada del túnel de La Laja, eso son 9,5 kilómetros", señaló el presidente canario.

Finalizando el turno de preguntas un integrante del público interrogó al jefe del Ejecutivo regional por el modo en que pensaban defender al Archipiélago de un hipotético derrame en las prospecciones que realice Marruecos. Paulino Rivero expuso entonces que a Canarias y a su principal actividad económica, el turismo, les interesan "la máxima paz y tranquilidad en la zona", que se pondrán en duda "si Repsol realiza sus prospecciones en la mediana. Vamos a tener problemas con Marruecos porque la mediana no está definida, está en discusión".

Tomando, en ese momento sí, los 60 kilómetros de distancia a las Islas en que la petrolera sitúa la posibilidad de existencia de hidrocarburos, el presidente canario afirmó que esa es una "zona de conflicto y a quien menos le interesa" la inestabilidad es a Canarias.

Por su parte, Mario Cabrera hizo entrega de un dossier con parte del expediente del petróleo en las Islas. "Ha habido ocultación" y "prisas" para hacer "una chapuza" que muestra "la connivencia entre el Gobierno [español] y Repsol", afirmó el presidente del Cabildo de Fuerteventura.

"Si nos quieren denunciar, lo harán, porque estamos advertidos de que no podemos hacer públicos estos documentos", señaló Cabrera.

Por su parte, Pedro Sanginés optó por obviar el debate sobre la distancia de los trabajos de prospección a las costas canarias para fijar su atención en cuestiones como el ahorro que supondría hallar petróleo para la balanza energética. Cero euros, según sus palabras: "España seguirá yendo a comprar a los mercados internacionales, que es donde estas empresas colocan el crudo", explicó.

El presidente lanzaroteño señaló asimismo "la inmoralidad" que supone presentar el proyecto como una solución al desempleo cuando, según sus palabras, "saben que apenas vana generar los puestos de trabajo de un hotel pequeño". Al igual que los otros intervinientes señaló que no puede ponerse en peligro la actividad turística.

La petrolera española ya ha decidido cuál será la empresa encargada de realizar el preceptivo informe de impacto ambiental. Sin desvelar el nombre, fuentes de Repsol aseguraron que se trata de una compañía con la máxima experiencia en el ámbito internacional. La previsión es que el documento -"de gran amplitud", según la petrolera- esté finalizado tras el próximo verano, momento a partir del cual se someterá a exposición pública para que todos los organismos y colectivos puedan tener acceso a él y realizar las alegaciones que consideren oportunas. Entre dichos organismos estarán el Gobierno de Canarias y los cabildos de las islas más afectadas por el proyecto. Repsol mantiene que el primer sondeo se realizará durante el año 2014, si bien aseguran ser conscientes de que el plazo de consulta pública se puede alargar. J. G. H.