El Gobierno de Canarias descarta peligro para el Archipiélago en la búsqueda de petróleo por parte de la compañía lusa Galp Energia en la costa de Marruecos, país que desde hace más de cuatro décadas ha autorizado cerca de cuarenta sondeos a diferentes empresas en busca de hidrocarburos.

El Ejecutivo regional resta importancia a estas exploraciones, en la medida en que "se están haciendo cerca de la costa y a muy poca profundidad, por lo que las condiciones son mucho menos peligrosas", según el comisionado para el Desarrollo del Autogobierno y las Reformas Institucionales, Fernando Ríos, que resaltó que en el litoral magrebí se lleva "30 años intentando encontrar petróleo, en esa franja desde el norte hasta el sur, y no se ha encontrado. Todavía no se ha extraído nada", subrayó. Además, matizó que Galp Energia efectuará "prospecciones, no extracciones, y, si ocurriese algún pequeño vertido, sería frente a la costa marroquí".

Entre tanto, el Gobierno regional prosigue con su batalla jurídica y política para frenar las prospecciones en aguas cercanas a Lanzarote y Fuerteventura, autorizadas a Repsol por el Estado. El pacto de nacionalistas y socialistas intenta captar el apoyo de la UE para endurecer el control medioambiental y los requisitos para permitir prospecciones. De hecho, hay una directiva en curso, a la que el Gobierno autónomo ha presentado diversas enmiendas.

Asimismo, el gabinete que preside Paulino Rivero pretende conseguir "a medio o corto plazo" el amparo de la UE para condicionar los acuerdos que se alcancen con Marruecos al cumplimiento de la normativa medioambiental.

No obstante, Fernando Ríos recordó que las empresas europeas, como es el caso de la portuguesa Galp Energia, están obligadas a cumplir la legislación ambiental.

La petrolera lusa, con tres siglos de experiencia en el sector energético, se ha marcado como objetivo explorar a menos de 200 metros de profundidad en la costa de Tarfaya, en un área de 11.200 kilómetros cuadrados. La compañía informa de que operará en la zona denominada Tarfaya Offshore -frente a la isla de Fuerteventura- y en una de sus ocho licencias de exploración, llamada Trident, calcula un potencial de aproximadamente 450 millones de barriles de crudo.