Los diputados del Parlamento canario reciben unos 21.000 euros de media al año libres de impuestos para pagar comidas, alojamiento y otros gastos que, en concepto de dietas, no tributan. Esta cantidad forma parte del conjunto de ingresos que obtienen los parlamentarios por ejercer su cargo, aunque no figuran en las remuneraciones sujetas a retención -sueldo y pagas extras- ni en otros complementos retributivos que reciben aquellas señorías que tiene algún tipo de responsabilidad en la Cámara.

El reglamento establece que las dietas son "irretenibles e inembargables" y en la regulación específica de las mismas deja al diputado libertad absoluta para hacer uso de las mismas. De hecho, hay ayudas que ni siquiera hacen falta justificar en qué se han gastado, como es el caso de los 80 euros diarios que reciben los diputados que se desplacen en viaje oficial fuera de las Islas.

El sistema de indemnizaciones y ayudas de los parlamentarios autonómicos es complejo ya que las cantidades que reciben en el ejercicio de su cargo varían en función de la isla de residencia, de su responsabilidad en la Cámara o si tienen dedicación exclusiva o no. En otras cámaras regionales no existe el problema de la fragmentación del territorio, por lo que las dietas son iguales para todos los diputados, excepto los que tienen algún cargo en la Cámara. En Canarias, las dietas por el lugar de procedencia son tres en función de si el parlamentario es de Tenerife (sede del Parlamento), de Gran Canaria o de las islas no capitalinas. Esta circunstancia dificulta conocer con exactitud el desembolso total en dietas que realiza el Parlamento cada año para sufragar los gastos de los 60 diputados, 50 de ellos con dedicación exclusiva en esta legislatura. A esta situación hay que añadir que la Cámara tampoco ofrece información desagregada de todos sus gastos.

Un diputado raso procedente de una isla no capitalina recibe cerca de 8.000 euros al año sólo por asistir a los plenos y las comisiones de las que forma parte. Cada parlamentario está en cinco a seis comisiones de media, mientras que se celebran dos plenos ordinarios al mes, sin contar las sesiones extraordinarias y los periodos que se habilitan fuera del calendario oficial que se aprueba al principio de cada periodo de sesiones. La Cámara tiene como meses inhábiles enero, julio y agosto, aunque en los últimos años se ha habilitado el mes de julio para comisiones y plenos. Las señorías de las islas no capitalinas tienen derecho a recibir 113 euros por cada sesión o reunión convocada, a una media de 20 plenos al año y entre 50 y 60 comisiones. Si es de Gran Canaria el diputado recibe 83 euros (cerca de 6.000 euros al año) y si es de Tenerife se le da 60 euros (unos 4.000 euros anuales). Estas cantidades, al igual que el resto de ayudas e indemnizaciones, son básicamente para manutención y alojamiento y no están sujetas a retención por parte del fisco.

Gastos sin justificar

A estas cantidades por la actividad normal del Parlamento, los representantes de la soberanía popular también reciben dietas por otros conceptos, fundamentalmente por participar en actividades para reuniones o visitas de las comisiones de las que forman parte fuera de la sede del Parlamento, labor que tiene una cierta periodicidad y para las que reciben las mismas cantidades. Asimismo, los diputados que se desplacen fuera de la Comunidad Autónoma por motivos oficiales tienen una dieta diaria de 80 euros para gastos sin justificar y hasta un máximo de 150 euros siempre que se justifiquen.

En esta amplia bolsa de dietas libres de impuestos que reciben los parlamentarios canarios hay que añadir aquellas ayudas e indemnizaciones que obtienen de sus respectivos grupos políticos. La Cámara autonómica asigna mensualmente una cantidad a los grupos que cuentan con escaños. Según un acuerdo de 2008, cada formación recibe 18.000 euros mensuales más 1.750 euros por cada escaño obtenido en las elecciones. Los grupos disponen libremente de esos fondos para repartirlos a los parlamentarios en dietas si no les alcanza con las que reciben del Parlamento. Los diputados reciben hasta 600 euros por este concepto librado en cheques o dinero en metálico.

Estas cantidades son lo mínimo que ingresa un diputado para sus gastos ya que a más responsabilidad mayores ingresos. En este sentido, tanto los miembros de la Mesa del Parlamento como los portavoces de los grupos políticos cuentan con dietas más elevadas que el resto de los parlamentarios por las tareas de gobiero de la Cámara y por la dedicación a las funciones representativas. En la cúspide salarial de la Cámara se sitúa la Presidencia, ocupada desde 2007 por el nacionalista Antonio Castro Cordobez, uno de los parlamentarios más veteranos ya que tiene un escaño en la sede de Teobaldo Power desde las primeras elecciones autonómicas.

El presidente cuenta con unas dietas de carácter único y exclusivo de 145 euros si es de Tenerife, de 175 euros si procede de Gran Canaria y de 180 euros cuando es de otra isla, como es el caso de Castro Cordobez. El resto de los miembros de la Mesa, órgano de gobierno de la Cámara, también tienen unas suculentas indemnizaciones. Es el caso de los vicepresidentes, Julio Cruz y Manuel Fernández, y los secretarios, José Miguel González y Águeda Montelongo, que reciben 90 (Tenerife), 130 (Gran Canaria) o 160 euros (resto de islas) también de forma única y exclusiva.

También como diputados de élite figuran los portavoces de los grupos parlamentarios -Australia Navarro, José Miguel Barragán, Manuel Fajardo y Román Rodríguez- que, además de recibir una dieta por cada una de las reuniones y sesiones convocadas, también ingresan dos más al mes por su dedicación a las funciones representativas de su grupo parlamentario. Sólo por reuniones y sesiones convocadas pueden percibir más de 26.000 euros anuales en función de la isla que procedan y sin sumar las que reciben por su propio cargo de portavoz, lo que duplicaría esta cantidad.

Los parlamentarios sin dedicación exclusiva, que en esta legislatura es la minoría de la Cámara, cuentan con su propio régimen de dietas, que son más elevadas que los que disponen de un salario pagado por la institución. Para todas sus señorías el coste del transporte, sea aéreo o marítimo, para acudir a las comisiones o plenos es abonado directamente por la Cámara regional a las empresas transportistas.

Sin embargo, en el caso de los diputados sin dedicación exclusiva cuentan con dietas diarias para afrontar los gastos de transporte terrestre, alojamiento y manutención diferenciando los plenos del resto de las reuniones y comisiones de las que forman parte. Como ejemplo, un diputado de una isla no capitalina sin dedicación exclusiva tiene derecho a una dieta por acudir a un pleno de 225 euros, que es la ayuda más elevada de las que tiene el Parlamento para los gastos de sus señorías. La relación de ayudas varían en función de si son para reuniones ordinarias de la actividad parlamentaria, si ejercen de presidentes de comisión o de portavoces en sesiones plenarias o por actos o visitas de las comisiones fuera de la sede del Parlamento.

Ejemplos

En otros parlamentos autonómicos la situación en relación con las dietas es similar, ya que se trata de conceptos que reciben los diputados por transferencias y no entran en las nóminas sujetas a retención. En la Cámara de Baleares los diputados que cobran un fijo mensual al cabo del año reciben unos 18.300 euros que no tributan, como tampoco lo hacen las dietas que cobran por asistencia a los plenos y otras reuniones (entre 117 y 223 euros). Un caso llamativo es también el de Galicia, donde los diputados complementan su sueldo mensual con una media de 2.400 euros "para afrontar gastos de alojamiento y manutención que origine la actividad parlamentaria".

Según las informaciones recabadas por este periódico, el único parlamento, incluyendo el Congreso y el Senado, donde tributan las indemnizaciones y ayudas que reciben los parlamentarios es en el País Vasco. En la Cámara vasca incluso las dietas por desplazamiento -entre 4.440 y 7.152 euros anuales, dependiendo de la distancia- se incluyen en la nómina como concepto al que también se le aplica el IRPF.

En el ámbito del Congreso y el Senado, la polémica por el pago de dietas por alojamiento a diputados que poseen casa en Madrid fue objeto en enero de una denuncia en el Tribunal Supremo por parte de Democria Real Ya y una recogida de solicitudes en internet para que las Cortes invaliden estas indemnizaciones. Los diputados de fuera de Madrid reciben mensualmente 1.823,86 euros como indemnización por los gastos de alojamiento y manutención en la capital que origine la actividad de la Cámara, una cantidad exenta de tributación. En el caso de los parlamentarios elegidos por Madrid esa compensación es de 870,56 euros al mes. En la denuncia presentada por la asociación surgida en el marco del movimiento 15-M figuran cuatro diputados canarios: Ana Oramas (CC), Patricia Hernández (PSOE), Guillermo Mariscal (PP) y Manuel Torres (PP). El abogado de Democracia Real Ya recordó que estas cantidades no tributan en renta, por lo que instó a los diputados a que sean claros con los ciudadanos: "Si lo que pretenden es obtener un sobresueldo, que lo digan y lo expongan a la ciudadanía, a ver qué les parece", aseveró.

En el caso del Parlamento de Canarias, las dietas de los diputados de Gran Canaria y el resto de las islas incluyen alojamiento, es decir, el pago del hotel donde se hospeden cuando hay actividad parlamentaria. Sin embargo, la Cámara tampoco ofrece información clara sobre los parlamentarios que, aún siendo de otras islas, cuentan con residencia en Tenerife.

Reducción salarial

El pasado año los representantes de la soberanía popular acordaron una reducción salarial del 5% en la misma línea que el resto de los cargos públicos de la Comunidad Autónoma y los empleados públicos. Sin embargo, esta disminución es inferior al incremento decidido en el año 2008, cuando ya la crisis se instaló en Europa procedente de Estados Unidos. En aquel momento se incrementaron los sueldos de los diputados en un porcentaje superior al 15%, mientras que las dietas aumentaron por encima del 9%. Esta decisión, de la que no se informó publicamente, fue aprobada por la Mesa del Parlamento por unanimidad de todos los grupos y fue objeto de críticas desde todos los sectores. No fue hasta cuatro años después, en 2012, cuando la Cámara decidiónreducir las retribuciones de los parlamentarios en un 5%, al igual que las indemnizaciones y ayudas.

Esta reducción del 5% afecta al salario bruto mensual y a las pagas extras de junio y diciembre, pero no a los complementos mensuales de los que disponen los cinco miembros de la Mesa, además de los presidentes, portavoces y portavoces suplentes de los grupos políticos. De esta forma, los diputados de a pie pasaron de cobrar 3.829,74 euros bruos al mes a 3.638,25. Las pagas extras de junio y diciembre para un parlamentario raso es de 1.819,12 euros. En total los ingresos salariales sí sujetos a retención fiscal se elevan a 47.297,24 euros anuales.

El grupo de diputados integrantes de la Mesa y responsables de los partidos políticos representados en la Cámara cuentan con unas retribuciones mayores. El presidente del Parlamento tiene unos ingresos brutos anuales cercanos a los 80.000 euros, de los que 30.208 no están sujetos a la reducción del 5% aprobada el pasado año. Como el resto de los diputados, estas indemnizaciones y ayudas no están sujetas a retención y son de libre disposición.