El director general de Casa África, Santiago Martínez-Caro, ha destituido al secretario general, Luis Padilla. La disparidad de criterios entre los dos hombres fuertes de Casa África era un secreto a voces desde prácticamente el desembarco de Martínez-Caro hace ahora un año. El hecho trascendió ayer, si bien Padilla estaba fuera de la institución desde hace al menos una semana.

Silencio absoluto en el consorcio para el fomento de las relaciones entre África, Europa y España. Se intenta mantener la situación en el ámbito de un mero cambio en la estructura de personal. Sin embargo, el peso de Luis Padilla como conocedor del continente vecino y como secretario general de Casa África desde su constitución en junio de 2007, traduce los hechos en un cisma larvado durante doce meses y ahora resuelto con su destitución.

Padilla fue condecorado hace dos años con la Encomienda de la Orden del Mérito Civil a propuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores, en manos entonces de la socialista Trinidad Jiménez. Ayer, explicó su salida como "una decisión unilateral del director general", mientras que consideró haber contado "con el apoyo de los patronos" durante el tiempo en que ha desarrollado su labor.

Según fuentes cercanas al entorno de Casa África, la manera de entender la realidad del continente y el modo en que deben acometerse las acciones para fomentar las relaciones socioeconómicas es diametralmente opuesta en Martínez-Caro y Luis Padilla. Mientras el primero aboga más por la acción en el corto plazo, el segundo se sitúa más en el plano de los proyectos a medio o largo plazo que garanticen la continuidad de las iniciativas que se ponen en marcha.

Más allá de confirmar que su cese involuntario se debe a la decisión personal del director general, Padilla no quiso cargar las tintas. Cierto es que ambos se conocían desde antes de la llegada de Martínez-Caro a Las Palmas de Gran Canaria, sede de Casa África. Habían coincidido en el desempeño de sus respectivas funciones anteriores en el ámbito africano, pero nunca hasta el año pasado habían tenido que trabajar uno al lado del otro. Desde el principio se pudo comprobar que su relación no se parecía a la que Padilla tuvo con el anterior director de Casa África, Ricardo Martínez.

Luis Padilla sí quiso agradecer ayer el "enorme esfuerzo y el tiempo dedicado" por el equipo del que ha estado rodeado durante estos casi seis años y consideró "una suerte poder trabajar en Casa África" durante este tiempo.

El hasta la fecha único secretario general que ha tenido la institución se mostró convencido de que esta "irá muy bien en el futuro", ya sin él dentro del organigrama. "Casa África es un organismo de gran utilidad para los intereses de España y Canarias, y viene muy bien que continúe consolidándose", explicó. Hasta el momento, la institución no se ha pronunciado sobre la persona que relevará a Padilla.