La bendición antes de la despedida. Un total de 467 soldados, de los 900 del Ejército de Tierra que se desplazarán a Afganistán en mayo, se encomendaron ayer a la Virgen del Pino en Teror. Suplicaron su protección para cumplir con la misión asignada por el Gobierno español de coordinar la retirada de las tropas en el territorio asiático.

En una emotiva ceremonia y como preámbulo al acto oficial de partida del 20 de abril en la capital grancanaria, los militares dijeron adiós a la Virgen "por poco tiempo" -seis meses-, expresó el párroco de la Basílica, Manuel Reyes, que imploró a la patrona de la Diócesis de Canarias y del Regimiento de Infantería Ligera Canarias 50 que "bendiga" a cada uno de ellos y les ayude a tener "éxito" en la "delicada" tarea ordenada. "No están solos en esta noble y sacrificada misión", destacó Reyes, que les prometió que todos los domingos y festivos celebrará una misa, a las 10.00 horas, para rezar por ellos. Seguidamente, el jefe de Aspfor XXXIII, el coronel José Luis Murga, presentó la agrupación, integrada por "soldados, pero también peregrinos y hombres y mujeres de fe, conscientes del halo protector" de la imagen.

Justificó la visita del medio millar de efectivos de todas las unidades participantes para agradecer a la Virgen su "fuerza" a fin de ayudarles a superar las adversidades. El segundo motivo fue el ofrecimiento de su inmediato cometido en suelo afgano. "Es la primera vez que nuestras fuerzas armadas se enfrentan a un reto como el que nos espera, pero estamos perfectamente preparados", sostuvo Murga, que pidió "fortaleza de espíritu" para los militares del Aspfor XXXIII y salvaguardia para sus familiares.

A continuación, el comandante Ignacio Salamanca efectuó una plegaria a la Virgen. A su término, tuvo lugar una ofrenda floral y el alcalde de la villa mariana, Juan de Dios Ramos, les entregó una réplica que el contingente colocará en el altar de la base de Qala-i-Naw, en la provincia de Badghis.

Segundos después, las autoridades concedieron a cada soldado un escapulario "detente bala", donado por la Cofradía de Los Nazarenos de la Esperanza de Vegueta, que confeccionó 700 medallas para preservar del peligro. Con ellas en la mano, los efectivos subieron hasta el camarín para encomendarse a la Virgen y recibieron también una estampita con su figura.

"Sientes una emoción muy fuerte al pasar por delante de ella", confesó el subteniente Dones Carvajal, preparado para afrontar su sexta misión, tras formar parte de dos operaciones en Bosnia, dos en Kosovo y una en Irak. La misma expresión esbozó el brigada Jorge Paules, del Regimiento de Artillería número 93 de Tenerife. Ésta será la segunda vez que vaya a Afganistán, donde estuvo hace dos años.

Viajarán 75 guardias civiles y 900 militares -76 mujeres-, de los que 640 pertenecen al Regimiento de Infantería Ligera 50 (RIL 50), que liderará por cuarta vez una rotación completa en Afganistán. Unos 800 efectivos se desplegarán en Qala-i-Naw y el resto en Herat. En los primeros días de mayo arrancarán las rotaciones y regresarán a casa en noviembre.

"Tenemos ánimos de sobra, pero este tipo de actos refuerzan la moral. La prioridad es volver todos sanos y salvos", sentenció el jefe de la Brigada de Infantería Ligera Canarias XVI, el general de Brigada Alfonso García-Vaquero Pradal.