"Hace años hablar del suicidio de Europa era algo estrambótico, pero ahora se hace cada vez más fuerte y real porque la Unión Europea (UE) pasa por el peor momento de su historia, con 27 millones de parados y una imagen vinculada a los 'hombres de negro', que dan el palo, pero no la zanahoria". Así, con tintes apocalípticos, definió anoche Juan Fernando López Aguilar, eurodiputado socialista, la situación europea, y culpó a una política abyecta, no a un error de cálculo sin mala intención, de la crisis que amenaza con hundir Europa.

Sin embargo, López Aguilar, que presentó su último libro, La UE: suicidio o rescate, en el Club LA PROVINCIA, también dejó abierta una rendija a la esperanza, que pasa porque la gestión política recupere su papel y retome el poder para dominar a los mercados financieros, los enemigos insaciables devoradores de las entrañas de la UE y garantice los derechos sociales. "Hay que hacer una política combativa, hay que reeuropeizar Europa y lo deben hacer las instituciones públicas, que aún no han sido arrasadas", señaló durante su intervención el también presidente de la Comisión de Libertad, Justicia e Interior del Europarlamento.

El ponente, que fue presentado por el director del Club LA PROVINCIA, Ángel Tristán Pimienta, mantuvo un posterior coloquio con los asistentes, y no dudó en señalar la política austera impuesta por Alemania -a cuya banca acusó de poner de rodillas a los países deudores- como la responsable del declive del proyecto europeo, "que se inició con ilusión y ahora ha derivado en una gran frustración".

Aguilar reclamó la movilización de los progresistas para parar, a su juicio, los otros dos grandes riesgos para Europa: el populismo en el que se oculta la extrema derecha y los eurófobos. Según el eurodiputado socialista, "la UE se juega su razón de ser en 2014 y si triunfa el desánimo será el hazmerreír global, y en 2018 ya no existirá".