Con la boca chica y sin señalar a nadie todos los partidos sentados en el Parlamento de Canarias están a favor de endurecer el régimen de incompatibilidades para evitar que diputados que cobran exclusivamente de la Cámara puedan obtener otros ingresos a través de su actividad privada.

No hay ninguna norma que impida compaginarlas. De hecho, a la mayoría de señorías que lo solicita se le concede. Varios de los 50 diputados que perciben un sueldo por su trabajo parlamentario son abogados en ejercicio, economistas o docentes, entre otras profesiones, por lo que disponen de recursos extraordinarios, aparte de los procedentes de las arcas públicas. No se conoce el número de políticos en esta situación, información que no es difundida por la Cámara.

Se multiplican las voces en los grupos parlamentarios que creen que estos diputados polifacéticos deben cobrar menos que quien se dedica por entero a la acción vinculada a la Cámara. "Debería abonársele una cantidad simbólica o sólo las dietas", apuntaron fuentes socialistas. En este sentido, indicaron que probablemente esta medida se abordará en la reforma del reglamento que ha comenzado.

Para miembros socialistas se debe limitar la compatibilidad, de forma que el diputado elija entre su sueldo parlamentario o su empleo privado, o bien acepte una minoración del dependiente del Parlamento. Esto quizás represente sólo "una gota en el ahorro" para la institución, pero "es cuestión de sumar". Dirigentes de otros partidos ven razonable que se admita conciliar cuando son actividades "residuales", tales como dar clases en la universidad tres horas a la semana. Por su parte, Nueva Canarias, integrado en el Grupo Mixto, reclama endurecer el régimen de incompatibilidades y bajar el número de dedicaciones exclusivas.