Una unidad del Ejército de Tierra español de la Brigada Canarias XVI viajó recientemente a tierras mauritanas para instruirse en escenarios desérticos. Al mismo tiempo, una sección de tropas mauritanas lo hizo hasta Fuerteventura (El Matorral y Pájara) y quedó adscrita a un subgrupo táctico del Regimiento de Infantería Ligera Soria nº 9 durante los diez días que permaneció en tierras majoreras.

Al frente del contingente español figuraba un teniente coronel, al que acompañaron una treintena de soldados. De este reducido grupo también formaron parte miembros del Regimiento de Infantería Ligera Tenerife nº 49, con base en Hoya Fría, quienes a finales del presente año podrían trasladarse a Mali de cumplirse los planes del Estado Mayor de la Defensa.

Este intercambio, el primero en la historia de las fuerzas armadas española y mauritana en cumplimiento del plan de cooperación bilateral, tiene en el caso español el claro objetivo de entrenar a las tropas en escenarios desérticos, máxime teniendo en cuenta que la potencial amenaza de Canarias se encuentra en el Sahel, terreno inhóspito y para el que las tropas deben encontrarse preparadas y aclimatadas.

El grupo mauritano estaba comandado por su parte por otro teniente coronel y sus hombres han recibido una formación militar típicamente francesa. Son varias las bajas que han sufrido los combatientes mauritanos en diversas confrontaciones con miembros de Al Qaeda, los cuales entran a través de sus porosas fronteras después de perpetrar atentados en Mali.

El que la Brilcan XVI cuente con una sección dedicada a la guerra en el desierto es una vieja aspiración de la misma. Una aspiración lógica ya que de todas las brigadas ligeras del Ejército de Tierra que son destinadas a misiones internacionales, por proximidad al continente africano y por historia de sus unidades, sería la mejor posicionada.

De hecho, en el regimiento Tenerife 49 hubo un intento de contar con una sección de este tipo y para eso se pintaron con camuflaje desértico diversos vehículos. Sin embargo, tras saltar en la prensa el hecho de que unidades canarias se preparaban para la guerra en el desierto obligó a dar marcha atrás a estos planes.

Con esta medida, el Ministerio de Defensa, que dirige Pedro Morenés, tras su visita relámpago el año pasado al campo de tiro de Pájara, donde conoció a la sección del desierto del Soria nº 9, pudo comprobar la utilidad de contar con este tipo de unidades. Este hecho parece haber sido determinante para convencer al Ministerio de la necesidad de dotarse de un destacamento con tales características y que no hay mejor escenario para su preparación que las tierras mauritanas.

Aunque prácticamente no ha trascendido información alguna al respecto, la experiencia ha sido muy positiva para ambos ejércitos. Los mauritanos se integraron en un subgrupo táctico en el que habían otras dos secciones españolas, al mando de una capitán, algo que no llegaron a asimilar bien los soldados africanos debido al papel que desempeña la mujer en los estados musulmanes. Sin embargo, al final imperó la disciplina militar.

La sección de guerra del desierto de la Brilcan XVI no es la única con la que cuenta el Ejército español dado que el Mando de Operaciones Especiales con sede en Rabasa (Alicante) tiene una de sus unidades equipadas para este tipo de escenarios.

La presencia del Ejército español en África se va dejando entrever de manera tímida, a pesar de los años que nuestro país administró los territorios de Ifni o el Sahara.

En 2010, España participó por primera vez en una maniobras antiterroristas en el Sahel, las denominadas Flintlock 10, dirigidas por el Africom, el mando del Pentágono para África. En este tiempo, hasta 30 militares españoles llegaron a estar desplegados en Mali, Mauritania, Senegal y Nigeria. Procedían de los tres ejércitos y estuvieron coordinados por el teniente coronel de Infantería de Marina, Rafael Roldán, adscrito al Centro de Coordinación Multinacional de las maniobras Flintlock 10 en Uagadugu (Burkina Faso).

Objetivo: Mali

Lo que parece estar claro en este tipo de maniobras conjuntas es el interés por tener miembros de las Fuerzas Armadas españolas preparados para el combate en escenarios desérticos. Esta situación es de interés para España que en la actualidad mantiene un contingente que supera el centenar de militares en dos cuarteles generales en Mali, uno en Koulikoro y otro en Bamako, la capital. Un terreno , situado a 1.500 kilómetros de las Islas, en el que se libra una batalla internacional contra fuerzas yihadistas que se hicieron con el control de varias ciudades del norte del país.

Si los planes del Mando de Operaciones se mantienen, es probable que personal del Regimiento de Infantería Tenerife 49 pueda ser uno de los encargados de preparar los diversos batallones del Ejército de Mali, un total de 40.000 hombres, en la actualidad no llegan a los 7.000 y que desde el año 1998 no habían llevado a cabo ningún tipo de maniobras o ejercicio. Y para eso se necesita no solo conocer el armamento con el que se dotarán las fuerzas malienses, sino el terreno donde se han de mover.

España es el segundo país que más tropas aporta a la misión de adiestramiento e instrucción del Ejército maliense, con 105 efectivos, solo superados por Francia, que tiene a 133 militares participando en la EUTM-Mali.