Con el visto bueno del Ministerio de Industria, Energía y Turismo arranca la búsqueda de petróleo cerca de las costas Canarias, algo para lo que Repsol lleva meses preparándose pese a que su proyecto no contaba hasta ahora con la autorización definitiva del Gobierno central. El objetivo de la petrolera es iniciar los sondeos exploratorios en el último trimestre de este año, entre finales de octubre y comienzos de noviembre. Estos se realizarán a entre 50 y 60 kilómetros de las costas de Fuerteventura y Lanzarote.

Tres son las zonas del Atlántico en las que, en un principio, pensaba trabajar Repsol: Sandía, Chirimoya y Zanahoria. Sin embargo, tras los fracasos experimentados durante el primer trimestre del año por Cairn Energy y Genel en la búsqueda de petróleo apto para comercializar, en aguas marroquíes, la compañía española decidió a finales de julio descartar adentrarse en Zanahoria en caso de que el resultado de la primera prospección sea negativa. Deja así a un lado la zona de mayor profundidad, cuyo objetivo principal se sitúa a los 5.557 metros y el secundario a los 6.870 metros, tras superar una lámina de agua de más de un kilómetro.

Los planes de Repsol se centran ahora en Sandía y Chirimoya. El objetivo principal de la primera de estas zonas se encuentra a 1.955 metros de profundidad y el secundario a 3.092, con una lámina de agua de 885 metros. En el caso de Chirimoya, no hay objetivo secundario, y el principal se encuentra a 2.368 metros de profundidad con lámina de agua de 1.109 metros. Si tras adentrarse en Sandía no se confirma la existencia de hidrocarburos, la petrolera abandonará la zona. De lo contrario, examinará el subsuelo marino en Chirimoya.

Presupuesto del proyecto

Para llevar a cabo estos dos primeros sondeos Repsol desembolsará 65 millones de euros. En ese presupuesto se incluye el pago de 20 millones que exige Industria en concepto de garantía de responsabilidad medioambiental; y el alquiler durante cien días del buque de posicionamiento dinámico Rowan Renaissance, con el que se llevarán a cabo los sondeos. Este perforador de última generación está contratado hasta el mes de abril de 2017 con un coste diario por sus servicios de 64.000 euros.

A estos 65 millones de euros hay que añadir el desembolso de otros 22,4 millones que se invertirán en el desarrollo de la base logística que la empresa instalará en el Puerto de La Luz y de Las Palmas Canarias de la mano de la Unión Temporal de Empresas (UTE) integrada por la consignataria Hamilton y Cía. y la transportista Grosa. Pero los gastos no acaban ahí.

El presupuesto sigue aumentando si se tienen en cuenta el coste de la póliza del seguro de responsabilidad civil -que cubrirá daños por un valor de hasta 40 millones- y los salarios de los operarios y el avituallamiento del buque. En total, la inversión que Repsol realizará en llevar a cabo su proyecto exploratorio próximo a las costes del Archipiélago asciende hasta los 260 millones de euros, según ha puntualizado en alguna ocasión el presidente de la compañía, Antonio Brufau.

Precisamente Brufau fue quien, durante la última reunión que mantuvo a finales del mes de julio con el presidente del Ejecutivo canario, Paulino Rivero, insistió en que el éxito de este proyecto podría reportar a la compañía 14.000 millones de euros. El presidente de la petrolera añadió entonces que, la localización de petróleo en esta zona del Atlántico podría cubrir el 10% de la demanda anual de hidrocarburos que en España se generará durante los próximos 10 ó 20 años. No obstante, la propia compañía estima que hay un 20% de probabilidades de que en el subsuelo marino de Canarias haya petróleo y gas "en la calidad y cantidad necesarios" como para pasar de la fase de exploración, a la de extracción y explotación.

Estas limitadas posibilidades no frenan a Repsol. Lejos de dejarse amedrentar por el rechazo que su proyecto exploratorio despierta entre gran parte de la sociedad canaria, la multinacional insiste en que descubrir petróleo generaría entre 3.500 y 5.000 empleos y le reportaría a la empresa la obtención de 5.000 barriles de crudo diarios.

En el encuentro que Brufau mantuvo -también a finales de julio- con los miembros de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), el presidente de Repsol apuntó que España importa 100 millones de euros en hidrocarburos cada día, por lo que el descubrimiento de un yacimiento petrolífero "reduciría la factura energética del país". Asimismo, aseguró que ese hallazgo podría generar un volumen de negocio de aproximadamente, entre 30.000 y 40.000 millones de dólares (más de 22.300 millones de euros) en dos décadas.

Para ejecutar los sondeos, la petrolera cuenta con un protocolo de actuación que le permite mitigar las posibles fugas de crudo que se produzcan en las perforaciones y que se recogen en la Declaración de Impacto Ambiental. Entre ellas está el establecer una doble barrera de control que permita el cierre automático del pozo en el caso de derrame y la inmediata contratación de un equipo especializado en frenar la erupción.