Los guardas forestales fueron los primeros en dar la señal de alerta: la bandera de las siete estrellas verdes ondeaba desde la tarde del lunes en una de las Islas Salvajes, la Salvaje Pequeña . Ese archipiélago de camino entre Canarias y Madeira sobre el que España y Portugal mantienen, desde tiempos inmemoriales, un litigio sobre el derecho a la explotación de sus aguas ha sido tomado por tres militantes de Alternativa Nacionalista Canarias (ANC) en un acto de protesta contra las prospecciones petrolíferas previstas junto a Lanzarote y Fuerteventura.

Carmen Limiñana -nieta del poeta grancanario Pedro Lezcano- y los tinerfeños Carlos Hernández Vera y Santiago Hernández partieron en un velero alquilado para la ocasión la tarde del domingo desde el puerto de Santa Cruz de Tenerife con un objetivo: dejar claro "el derecho del pueblo canario a decidir qué se hace en sus aguas territoriales", según apuntó una portavoz de ANC, Luz Rodríguez. De ser Canarias una tierra independiente, subraya, tanto la zona en la que Repsol prevé pinchar -a 60 kilómetros de las dos islas orientales- como las Salvajes -a 160 kilómetros del norte de Tenerife y a 280 de Madeira- serían aguas bajo jurisdicción canaria.

El desembarco, con todo, no es más que un acto simbólico de "internacionalización" del conflicto petrolero, apuntó otro portavoz de ANC, Pedro González, quien recordó que a diferencia del canario el archipiélago luso -una reserva natural formada por tres islas principales y varios islotes- no está habitado más que por un retén militar y un puesto científico de observación de aves. Esos pocos soldados y los observadores ornitológicos que de vez en cuando habitan un albergue en la Salvaje Grande es la principal baza portuguesa para reivindicar ante las ONU -la última vez en julio de 2013- el derecho de explotación de sus aguas más allá de las 12 millas desde la costa que establece el derecho marítimo internacional. Si el territorio está habitado y tiene actividad económica e infraestructuras el derecho se extendería a 200 millas. De ser así, como asegura Portugal y niega España, la zona de económica exclusiva de Canarias se acortaría 155 millas y se reduciría de forma notable el área de operación de los pesqueros canarios.

Con ese conflicto de fondo, no es de extrañar que al poco de conocerse a través de las redes sociales el desembarco de los independentistas y el despliegue de una pancarta antipetróleo, partiera desde Funchal la mañana de ayer una patrullera de la Marina lusa. Con diez horas de travesía por delante tenía previsto llegar a las 22:00 horas al campamento de los dos canarios y acometer el desalojo, según medios portugueses. Limiñana y la tripulación, después de buscar cobertura telefónica durante horas, decidieron poner rumbo a Tenerife para poder dar a conocer las imágenes del desembarco que se lleva fraguando en los comités locales del ANC desde hace semanas, afirma Rodríguez.