Tres archipiélagos situados en la Polinesia sirven de referencia a la tesis de Paulino Rivero de que Canarias se pueda convertir en una suerte de Estado asociado con plena autonomía interna. Dos de ellos, las Islas Cook y Niue, mantienen un estatus de libre asociación con Nueva Zelanda y la Samoa Americana con Estados Unidos.

El presidente del Gobierno canario alude a que es una fórmula posible, demandada por amplios sectores del nacionalismo canario, y que está prevista en distintos Convenios de la Organización de la Naciones Unidas -como en el artículo 305,1, apartado e) de la Convención del Mar, celebrada en 1982 en Montego Bay, Jamaica, ratificado por el Estado español en 1997-. Se dispone que pueden ser parte de la convención "todos los territorios que gocen de plena autonomía interna reconocida como tal por las Naciones Unidas. Con este estatus, Canarias tendría plenas competencias en temas aguas, como quiere Rivero para, por ejemplo, frenar las prospecciones petrolíferas autorizadas por el Ministerio de Industria a Repsol.

Para Paulino Rivero, Canarias puede perfectamente encajar en este modelo, sin dejar de formar parte del territorio español. La propuesta del presidente de que las Islas sean un territorio con plena autonomía interna se haría bajo el paraguas constitucional. No tiene que ver con la autodeterminación, aluden fuentes consultadas. Solo propugna, como lo han venido defendiendo los nacionalistas canarios e incluso está plasmado en la Ponencia Política de CC, que el Archipiélago alcance las mayores cuotas de autogobierno. Para ello, se requeriría, por un lado, la reforma de la Constitución dentro del federalismo asimétrico que defienden los socialistas, y el otro encaje sería en las Naciones Unidas donde se reconocería ese estatus.

En su proposición, el presidente cree que Canarias no puede quedarse al margen de la reforma de la Constitución y ha de conseguir el máximo autogobierno, pero sin dejar su pertenencia a España. Con ello, tendría nuevas competencias como, por ejemplo, en negociar tratados internacionales con otros países, el control de sus aguas para poder trazar la mediana con Marruecos, en temas de investigación científica, competencias en puertos, aeropuertos, costas o telecomunicaciones.

Esta demanda "no es nada nueva", añaden las fuentes, ya que en la Ponencia Política de CC, en su páginas 16 y 17, se recoge tal cual. Incluso, plasma que la Administración del Estado en Canarias se limite a las Fuerzas Armadas. En la ponencia se menciona además que se negocie una circunscripción electoral para las Regiones Ultraperiféricas en los comicios europeos. El texto de CC menciona, en definitiva, la consecución de "un estatuto especial" y no de "soberanía compartida" a la que hace alusión Rivero, lo que para muchos en CC puede dar la sensación de que Canarias quiere ser como Cataluña o el País Vasco. Para otros, la proposición de Rivero es un "estatus intermedio", lo que además permite evitar procesos de secesión.