La candidata del PSC a la Presidencia del Gobierno, Patricia Hernández, y sus colaboradores intensifican los contactos para promover la celebración de un congreso extraordinario del partido. Por ahora la dirigente socialista cuenta con el respaldo de Tenerife y El Hierro y el rechazo de Gran Canaria. Fuerteventura y Lanzarote dudan y pueden inclinar la balanza hasta que se solucione el problema interno de La Palma.

Hernández mantuvo durante la jornada de ayer dos encuentros para calibrar sus posibilidades con el fin de hacerse también con el control del partido. Por la mañana convocó en Tenerife a los secretarios generales insulares y allí pudo oir quienes están dispuestos a forzar la salida de la actual dirección regional, que encabeza José Miguel Pérez, y los que aún no se han decidido. Manuel Fumero, líder tinerfeño, y Alpidio Armas, secretario insular del Hierro, están decididos a provocar cambios en la estructura del partido, aunque para ello necesitan al menos el apoyo de dos islas más en el comité regional. Fuentes del entorno de la candidata creen que Lanzarote podría dar el paso en breve, mientras que Fuerteventura se mantiene en la ambigüedad.

También es decisivo el respaldo de Ferraz para provocar el cambio. Según las fuentes consultadas, Pedro Sánchez no se opondría al congreso extraordinario si Hernández consigue los apoyos suficientes y la transición se produce de forma rápida y efectiva. Lo que no quiere la Ejecutiva federal es una gestora ya que debilitaría la posición del partido en las Islas a pocos meses de las elecciones municipales y autonómicas.

Los movimientos que realiza la candidata y su entorno para controlar el aparato regional no están pasando desapercibidos para el secretario general, José Miguel Pérez, que hace unos días planteó en un círculo reducido de dirigentes del partido la posibilidad de renunciar al cargo. No es la primera vez que Pérez amaga con irse pero ahora parece que la situación es más evidente tras la victoria de Hernández en las primarias y que los problemas internos del partido, lejos de solucionarse, se acrecientan.

Por la tarde la candidata mantuvo un encuentro en Telde con más de 30 cargos orgánicos y públicos del partido en Gran Canaria. Durante la misma, los dirigentes que asistieron mostraron su respaldo a un congreso rápido en el que se cambie a la Ejecutiva para abrir una nueva etapa con la que hacer frente a los dos procesos electorales del próximo año y preparar el congreso ordinario, previsto para 2016. Sin embargo, este sector es consciente de que aún está en minoría en Gran Canaria ya que es aquí donde Pérez cuenta con sus mayores apoyos. En este sentido, la dirección insular del partido en la Isla, encabezada por Ángel Víctor Torres, se resiste a dar su conformidad a un proceso congresual.

Mientras el debate se intensifica en el seno del partido, la situación se deteriora en los frentes abiertos en varias islas. En La Palma, los dirigentes expulsados, encabezados por Anselmo Pestana, no quieren romper el pacto con el PP en el Cabildo pese a las exigencias de Ferraz. En La Gomera el escenario se complica si finalmente Casimiro Curbelo no puede encabezar la lista al Cabildo por la imposición de Pedro Sánchez de que no haya imputados en las candidaturas del PSOE. La salida de Curbelo supondría una ruptura traumática en la isla colombina ya que el veterano dirigente tiene preparado su propio partido en el caso de que no pueda concurrir bajo las siglas del PSC.

Ante esta situación, Patricia Hernández mide sus posibilidades con el objetivo de que se pueda convocar el congreso entre diciembre y enero, con el fin de que el cambio se produzca antes de las elecciones de mayo, presentándose así como la renovación. Los partidarios de la dirigente tinerfeña consideran que mantener la bicefalia con dos citas electorales trascendentales perjudica más que beneficia al partido, ya que los mensajes de Patricia Hernández entran en contradicción con los criterios de la actual dirección regional.