La privatización de AENA genera posiciones encontradas en el seno del movimiento empresarial. Las críticas de Fernando Fraile, presidente de la patronal turística de Las Palmas, al presidente de la Confederación Canaria de Empresarios (CCE), Agustín Manrique de Lara, por respaldar la privatización parcial del gestor aeroportuario, impulsada por el Ministerio de Fomento, es aplaudida por unos y cuestionada por otros.
El presidente del Círculo de Empresarios de Gran Canaria y miembro de la CCE, Germán Suárez, ve "muy bien" la entrada de capital privado en AENA porque supondrá mejorar la gestión de la entidad pública y asegura que éste es el criterio generalizado entre los empresarios. Por ello cree que las manifestaciones de Fernando Fraile son una "opinión" de un sector determinado de la patronal turística que no es el mayoritario y con el que no está de acuerdo.
Suárez no cree que los aeropuertos se privaticen ni que el Estado vaya a perder el control de AENA, por lo que cree infundados los temores de algunos empresarios turísticos.
Por su parte, el vicepresidente de la patronal turística y representante de los extrahoteleros, Tom Smulders, respalda a Fernando Fraile y considera que hay serias "dudas" sobre el futuro de AENA, lo que acrecienta la preocupación por la posición estratégica de los aeropuertos canarios.
Por otro lado, Coalición Canaria (CC) se muestra extrañada por la respuesta dada por Fomento a una pregunta escrita de la diputada Ana Oramas en relación con el encarecimiento de los precios de los vuelos a Canarias. Así, Fomento señala en su contestación a Oramas que "el mercado canario cuenta con una oferta adecuada en términos de regularidad, calidad y precios, que satisface las necesidades de movilidad de los ciudadanos del Archipiélago". Según CC, esta respuesta contrasta con el hecho de que el propio Ministerio se haya reunido con las compañías aéreas.
Por su parte, Enaire decidió ayer elevar a entre 53 y 58 euros por acción la banda de precios indicativa de la OPV de AENA, frente a la anterior horquilla de entre 43 y 55 euros. Tras esta revisión el precio mínimo por acción aumenta un 23%, lo que eleva el valor de la compañía a un máximo de 8.700 millones.
