La policía tiene serias sospechas de que cuatro libaneses detenidos la semana pasada en el aeropuerto grancanario de Gando intentaban pasar sin declararlo casi un millón de euros procedentes del narcotráfico de Iberoamérica con destino a Turquía para financiar presumiblemente el terrorismo de la organización denominada Estado Islámico. De confirmarse esta hipótesis sería la primera vez que la Policía Nacional consigue encarcelar en España a supuestos "pasadores" de divisas destinadas a apoyar el yihadismo. Los libaneses, que habían facturado cuatro maletas para llegar a Ankara, con escala en Lisboa, están desde el sábado en la prisión de Salto del Negro.

Pero además, el avance del Estado Islámico ha hecho de España una plataforma de las mafias de tráfico de personas, que funciona en un doble sentido: bien para introducir en Europa a inmigrantes que huyen de las zonas en conflicto, bien para devolverlos a sus países de origen después de participar en los enfrentamientos. Informes policiales apuntan que unos 4.000 europeos se han unido al califato de Abu Bark al-Baghdadi para combatir en Siria. Menos de un centenar serían españoles.

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