Los gestores de AENA lanzaron ayer un mensaje para tratar de tranquilizar a los sectores económicos y turísticos de Canarias en el primer día de su nueva etapa como compañía con cotización en Bolsa. Tanto desde el ámbito político, como desde el de la gestión técnica, los responsables del ente quisieron remarcar que el nuevo modelo no pone en cuestión el carácter público de la compañía, y que la entrada de capital privado refuerza la posición de los aeropuertos isleños en el sector turístico porque los hace más competitivos. El estreno en Bolsa de la entidad aeroportuaria se saldó ayer con un fuerte incremento del valor de sus acciones, debutando a un precio de 65,1 euros, - un 12,2% por encima del valor de 58 euros fijado por el operador-, y cerrando la jornada en los 70 euros, un incremento del 20,7% sobre ese precio.

Los principales directivos de AENA son conscientes de la preocupación que la venta del 49% del capital social de la compañía ha causado en Canarias. No en vano buena parte del valor con el que salió ayer a Bolsa está sustentado en la rentabilidad de al menos cuatro de los ocho aeropuertos isleños -Gran Canaria, Tenerife Sur, Lanzarote y Fuerteventura-, que junto a los de Madrid, Barcelona, Mallorca, Málaga e Ibiza, no sólo sufragan las pérdida que producen los demás, sino que constituyen la garantía de rentabilidad futura con la que ayer se culminó el proceso de privatización.

Por ello, tanto el presidente de AENA, José Manuel Vargas, como la ministra de Fomento, Ana Pastor, incidieron en los dos elementos que marcan en las Islas el debate sobre la privatización: la garantía de mantener la titularidad pública de los aeropuertos, descartando el cierre de los que no sean rentables; y el refuerzo de su eficiencia como operador en el sector turístico. Vargas aseguró que "esta privatización, lo que supone es una mayor eficiencia y capacidad competitiva de todos los aeropuertos de la red" y que eso se va a traducir automáticamente en una "mayor capacidad de competitividad para el turismo canario". Según dijo, "la regulación combinada con el desarrollo de las operaciones de la compañía probablemente lo que genere es una situación más atractiva para que los operadores turísticos que operan en Canarias y que las compañías aéreas utilicen más los aeropuertos de las Islas".

Vargas eludió valorar el recurso contencioso-administrativo presentado por el Gobierno de Canarias ante el Tribunal Supremo, en el que reclama la exclusión de los aeropuertos canarios de la operación y su traspaso competencial a la Comunidad Autónoma, y se limitó a recordar que "la opinión del accionista Enaire (matriz de AENA) está contenida en el folleto informativo" del proceso y está comunicada a la propia Comisión Nacional del Marcado de Valores (CNMV). En esa comunicación se entiende que el recurso "no constituye un factor significativo" y que las medidas cautelaras, que no se han producido por parte del TS "carecen de fundamento y de posibilidad de estimación".

Ana Pastor, por su lado, arremetió ayer contra la oposición en el Congreso que puso reparos a la operación y ha exigido que se constituya una comisión de estudio. El actual Gobierno ha logrado "darle la vuelta" a la cuentas "lamentables y al borde de la quiebra" de la entidad en 2011 al pasar de una caja de menos de 500 millones a los más de 19.700 en de 2014. Pastor sostuvo que todos los aeropuertos van a funcionar "de forma coordinada", y garantizó que será "una red cohesionada" y que la privatización no pone en riesgo ninguna de estas infraestructuras.

Debut

El debut de la compañía en el mercado bursátil se produjo en medio de una gran expectación a las doce en punto, hora de Madrid, cuando el presidente de la compañía protagonizaba el tradicional toque de campana en el Palacio de la Bolsa ante decenas de inversores y representantes de los ministerios de Fomento, Economía y de Hacienda, los tres departamentos implicados en la operación. La cotización se disparó desde el primer momento hasta alcanzar los 69,45 euros en apenas unos minutos. Concluyó la jornada con una subida del 20,69% hasta los 70 euros. Si los 58 euros con los que salieron a la venta los más de 73 millones de acciones de la compañía otorgaban a ésta un valor total de más de 8.700 millones de los que el Estado se embolsaría 4.262, el precio con el que se cerró la primera jornada bursátil elevó esas cifras a 10.500 y 5.200 millones, respectivamente.

El presidente de la compañía saludó el debut en bolsa resaltando que "lo que hace tres años era un sueño hoy es una realidad" y aseguró que a la operación han acudido "los principales inversores del mundo", sin concretar nombres. Vargas resaltó que con la jornada de ayer se ponía fin a un proceso "largo, complejo, difícil y exitoso", y se felicitó por el altísimo interés ha despertado entre los inversores, consecuencia, según él, de las buenas perspectivas de la compañía. En posterior rueda de prensa, el presidente de AENA dijo que aún era pronto para determinar el núcleo duro de la misma dado que, tras el incremento del valor inicial sólo ha permanecido como inversor de referencia y con presencia en el consejo el fondo británico TCI, renunciando a sus reservas los otros dos grandes inversores, Ferrovial y Corporación Financiera Alba.