José Miguel Bravo de Laguna no daba crédito a lo que había hecho su partido. El martes se fue a la feria turística ITB de Berlín con Australia Navarro como candidata a sustituirle al frente de la lista del PP a la Corporación grancanaria y ayer llegó de la capital alemana con la designación de Mercedes Roldós sobre la mesa, ratificada por el comité electoral nacional del partido.
El enfado era notorio en el veterano dirigente, que expuso a sus consejeros más cercanos que ya su salida de la formación era segura y que se presentará a las elecciones del 24 de mayo. Pero hasta el pasado lunes Bravo de Laguna todavía tenía alguna opción de ser el candidato, pero no calibró el efecto de sus declaraciones cuando dijo que otras formaciones le habían sugerido la posibilidad de que fuera él el cabeza de lista -salió a colación Compromiso- y que se encontraba como los "fichajes de invierno" a la espera de equipo.
Empezaba una semana crucial porque el PP tenía previsto elegir al grueso de sus principales candidaturas en las comunidades autónomas, ayuntamientos y corporaciones insulares. Lejos de resultar efectivas, las manifestaciones de Bravo de Laguna sentaron como una bomba en el partido porque el veterano dirigente ejercía de esta forma presión sobre el comité electoral regional, que se reunía el jueves para proponer sus candidaturas al órgano nacional.
A partir de ahí se aceleraron las gestiones para buscar una alternativa al actual presidente. El tándem formado por Asier Antona y María del Carmen Hernández Bento se diluía y en 48 horas de vértigo se pasó de tener a Australia Navarro como aspirante a la Corporación insular a elevarla a los altares de la Presidencia del Gobierno y buscar una tercera vía para el Cabildo.
Esta situación desbarató toda la planificación prevista para el Cabildo y Soria echó mano de una de sus dirigentes más fieles, Mercedes Roldós, con responsabilidades públicas en el partido desde 1999 y que acompañó al actual ministro en el Gobierno canario entre 2007 y 2010 como consejera de Sa- nidad.
De esta forma, y aunque formalmente es el comité electoral regional el que designa a los candidatos para elevar sus propuestas a la calle Génova, en la práctica es el presidente regional de los populares y ministro, José Manuel Soria, el que vuelve a colocar en las candidaturas más relevantes a sus a-fines.
Entre los afiliados y simpatizantes del PP aún permanece la sorpresa por la decisión final del partido, porque obliga a algunos a recolocarse y a postularse de nuevo para las listas. A partir de ahora se abre la pugna interna para posicionarse ante los aspirantes elegidos por la formación.
