El Ejército del Aire cree que la "causa más lógica" del accidente que hace un año costó la vida a cuatro miembros del Servicio de Búsqueda y Rescate (SAR) en Canarias puede estar en una sucesión de "errores humanos", porque no se ha encontrado fallo técnico alguno en el helicóptero siniestrado.

El segundo jefe del Mando Aéreo de Canarias, el general Francisco Javier Fernández Sánchez, ha expuesto esta hipótesis al término del homenaje que la Base Aérea de Gando (Gran Canaria) ha tributado este jueves las cuatro víctimas de aquel accidente, en su primer aniversario: el capitán Daniel Pena Valiño, la teniente Carmen Ortega Cortes, el teniente Sebastián Ruiz Galván y el sargento Carlos Caramanzana. Los cuatro murieron al precipitarse al Atlántico un helicóptero Súper Puma del SAR que participaba en un ejercicio de entrenamiento nocturno con la Armada, entre Fuerteventura y Gran Canaria. El quinto miembro de la tripulación, el sargento Johander Ojeda Alemán, sobrevivió al conseguir salir del helicóptero antes de que este se hundiera en el mar.

Según ha publicado el periódico "La Provincia", la última transmisión por radio de los pilotos del helicóptero indicaba que abortaban la maniobra -frase que no llegaron a terminar-, después de que fallara el sistema de lanzamiento de bengalas desde el avión que apoyaba el ejercicio. El general Fernández Sánchez ha explicado este jueves a los periodistas que los investigadores del accidente no descartan que el siniestro esté relacionado con el "factor humano", pero ha precisado que con ello no se refiere exclusivamente a los pilotos, sino a la cadena que forman los pilotos, los procedimientos, la forma de actuar o gestión de recursos de cabina, entre otros elementos.

"Por los datos que conocemos hasta ahora, no ha habido un problema técnico", ha subrayado. Sobre el fallo de las bengalas de posicionamiento que recoge el informe preliminar de la Investigación Técnica de Accidentes de Aeronaves Militares, el general ha dicho que ese incidente no se puede considerar un problema técnico, ya que esos dispositivos de señalización solo ayudaban a que se realizase el ejercicio.

"Cuando el accidente ocurre, ellos (los tripulantes del Súper Puma) habían abortado la maniobra y, para realizar ese vuelo sin visibilidad, no necesitaban la bengala. Ocurre por otra cosa y todos sabemos que los accidentes no se deben a un único factor, sino por una concatenación de pequeñas circunstancias", ha agregado.

El general Fernández Sánchez ha recalcado que el Ejército del Aire está interesado en "conocer cuáles han sido todos los eslabones" que han formado parte del accidente para "tratar de corregirlos y que no se vuelvan a producir en el futuro". El jefe del Mando Aéreo de Canarias ha precisado además que el fallo de las bengalas no canceló la misión que tenía en ese momento el helicóptero, sino solo "una maniobra en concreto". "Ya habían realizado unas maniobras y, cuando iban a realizar otra, se apaga la bengala y no sale la siguiente en el momento en el que debía. Como no había iluminación suficiente, deciden que abortan la maniobra y que se reposicionan hasta que se solucione el problema con la bengala. Hasta ahí todo es absolutamente correcto", ha explicado.

Con motivo del primer aniversario del trágico accidente, el Ejercito del Aire ha recordado a los cuatro militares fallecidos, primero con una eucaristía en el cuartel general del Mando Aéreo de Canarias, en Las Palmas de Gran Canaria, y luego con otra ceremonia litúrgica en el hangar del 802 Escuadrón en la Base Aérea de Gando. Tras la misa, un centenar de militares del SAR y unos cuarenta familiares y amigos de los fallecidos asistieron al descubrimiento de una placa conmemorativa a las puertas del propio Escuadrón y a una ofrenda floral en las aguas de la bahía de Gando.

El teniente coronel jefe del 802 Escuadrón, Fernando Rubín Mate, ha protagonizado un emotivo recuerdo a sus compañeros fallecidos, de los que ha asegurado han dejado "huella" porque "amaban lo que hacían y se entregaban a su profesión". "Hoy no puede ser un día triste. Estén donde estén nuestros cuatro compañeros no quieren vernos tristes ni desasosegados. Hay que disfrutar la profesión como Dani, Carmen, Carlos y Sebas, cuyos corazones estarán siempre con nosotros", ha resaltado Rubín Mate.