La agencia de calificación crediticia Fitch ha confirmado el rating BBB con perspectiva estable de las comunidades autónomas de Canarias, Andalucía y Valencia, con lo que los mantiene un escalón por encima de la categoría de grado de especulación, también conocido como bono basura.

La calificación es consecuencia de la decisión de la Comunidad Autónoma de acogerse a los apoyos estatales para mejorar su liquidez (Fondo de Liquidez Autonómico) y pagar a proveedores (Fondo de Facilidad Financiera) dentro del plazo de 30 días establecido por la ley para evitar la asfixia de la tesorería de autónomos y pequeñas y medianas empresas, sobre todo.

En el caso de Canarias, la agencia subraya que aunque el comportamiento fiscal ha mejorado este es insuficiente para generar un balance corriente positivo. Además, remarca que su deuda ha crecido en los últimos cinco años y su perfil económico también es peor que el general de España, pero celebra su compromiso con los objetivos de déficit y sus "fiables" previsiones.

De hecho, el Archipiélago ha sido una de las comunidades autónomas que con mayor solvencia se ha ajustado a las exigencias del Ministerio de Hacienda para cumplir con los objetivos de déficit que marca a su vez Bruselas. Además, según los datos del Banco de España también se encuentra siempre entre las que menor endeudamiento por habitante padece.

Tanto es así que el pasado año el Gobierno canario intentó acudir a los mercados internacionales para obtener financiación. Según la Consejería de Economía y Hacienda, la salud de las cuentas isleñas garantiza la venta de deuda en condiciones ventajosas, más incluso que la aportada por el Estado, antes de que Montoro realizara su oferta de financiación a coste cero en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de finales del pasado año.

Para Andalucía, Fitch apunta que su rating refleja un comportamiento operativo "débil pero en proceso de mejora"; en el caso de Valencia, sin embargo, el balance es negativo. La región levantina continúa pagando los excesos de una gestión que pasó por un excesivo apalancamiento que terminó por destapar la crisis económica.