Diez buceadores de la Armada y un robot contratado por el Gobierno central no hallaron ayer a los tres militares desaparecidos el jueves tras sumergirse el helicóptero Súper Puma en el que viajaban en aguas del Atlántico. La inmersión resultó negativa, ya que no fue posible certificar si los tripulantes permanecen en el interior del aparato, hundido a unos 40 metros de profundidad, a 285 millas al Sureste de Gran Canaria. Se intensifica la búsqueda.

El buque Olympic Zeus, que llegó ayer a las 14.30 horas al lugar del siniestro, dispone de dos ROVs (robots submarinos operados por control remoto) que pueden explorar el fondo marino las 24 horas, noche incluida. La embarcación, contratada por el Ministerio de Fomento, realiza desde junio la extracción del fuel del pesquero ruso Oleg Naydenov y el sellado de las fugas del barco, hundido en abril a 15 millas al Sur de Maspalomas y a 2.700 metros de profundidad con 1.409 toneladas de combustible.

Además, el barco Camino Español, de la Armada, se encuentra en la zona del accidente del Súper Puma trabajando con los equipos de buceadores, informó Defensa.

Al mismo tiempo, un avión CN-235 está realizando patrullas de búsqueda en una zona más amplia y otro traslada a personal de relevo. El Ejército del Aire ha posicionado en Dakhla un helicóptero Súper Puma de apoyo para cualquier eventualidad.

Las adversas condiciones meteorológicas dificultan el operativo de búsqueda del capitán José Morales, el teniente Saúl López y el sargento Jhonander Ojeda, integrantes del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR), asignado al Escuadrón 802 del Ejército del Aire.

"Disculpas" de Marruecos

Aunque el jueves cuando se estrelló la aeronave el Gobierno marroquí confirmó que habían sido rescatados vivos por un pesquero de este país, el viernes no llegaron al puerto de Dakhla, su destino. Ese mismo día la Gendarmería Real marroquí pidió "disculpas" por haber dado por cierta la información "sin contrastarla de una manera más fehaciente". Aún se desconoce el paradero de los militares.

Se da la circunstancia de que en el accidente del 19 de marzo de 2014, el Ministerio de Defensa también recurrió al ROV 'Rémora II', perteneciente a la empresa Phoenix International y embarcado en el buque EDT Ares, con el fin de hallar a los cuatro militares que iban a bordo. La nave se sumergió a 30 millas al Suroeste de Fuerteventura. En aquel entonces, el único superviviente fue el mecánico Jhonander Ojeda, uno de los afectados por el suceso actual.

El robot de aquella ocasión inició el 15 de abril las labores de localización del helicóptero, que fue descubierto cinco días después con los tripulantes atrapados en su interior. Los restos del aparato se encontraban a 2.362 metros de profundidad, lo que complicó la recuperación de los cuerpos.

Ahora el último Súper Puma siniestrado se ubica en el banco pesquero canario-sahariano y en aguas de escasa profundidad.

La embarcación noruega Olympic Zeus, especializada en trabajos submarinos, inició ayer la inspección de la zona del accidente y de localización del helicóptero. El objetivo es certificar la versión del barco holandés que acudió en auxilio y logró amarrar durante horas el helicóptero hasta que finalmente no pudo más y éste se hundió. La embarcación holandesa aseguró que no había visto a nadie dentro de la cabina del aparato. No obstante, las informaciones confusas en torno a la desaparición de los militares obligan a Defensa a confirmar este extremo, clave para indagar el paradero de los tripulantes.

Igualmente, el uso de las cámaras del ROV es clave para tratar de izar el Súper Puma, que, por otro lado, no sufrió daños de gravedad. Varias fotografías obtenidas desde el aire, antes del hundimiento, corroboran que la cabina no estaba destrozada.

Además, el carguero Camino Español que tiene una velocidad de nueve nudos, llegó ayer a la zona cero. Lleva a bordo un equipo de buceadores y personal sanitario.

Los Buques de Acción Marítima disponibles en Canarias se encuentran en operaciones fuera de las Islas. Por ello, Defensa ha activado a uno procedente de Málaga y dos cazaminas que navegan desde Huelva hacia el Archipiélago para colaborar en la búsqueda y rescate.

Mientras, medios aéreos y navales de España y Marruecos investigan a todos los pesqueros que faenan en la costa africana. Rastrean el Atlántico, especialmente después de la inicial información sobre que estaban a bordo de una embarcación de pescadores marroquíes. Se intenta verificar la posibilidad de que están en uno de ellos.

Desde el viernes se cuenta, asimismo, con la ayuda de buceadores en el punto del siniestro. La unidad de buzos del Mando Naval de Canarias interviene en esta misión. Participan durante las horas de luz diez buceadores de la Armada con capacidad de búsqueda en aguas abiertas.

Hay seis aviones F-18 alertados en la Base Aérea de Gando por si tuviesen que apoyar en las labores.

Marruecos colabora con dos patrulleras de la Marina, un helicóptero Puma y un avión Defender.

El ministro de Defensa, Pedro Morenés, se desplazó el viernes por la tarde a Gran Canaria para trasladar a las familias de las informaciones vinculadas al accidente y seguir de cerca la investigación, junto con el jefe del Estado Mayor del Ejército del Aire, Javier García Arnaiz, y el jefe del Mando Aéreo de Canarias, Miguel Ángel Villarroya, entre otros altos cargos.