Los cuerpos de los tres militares del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) de Canarias se encuentran en el interior del helicóptero del Ejército del Aire que cayó al mar el pasado jueves a 40 millas del Sáhara Occidental y que permanece hundido a la espera de ser izado cuando las adversas condiciones meteorológicas de la zona lo permitan. Con este anuncio realizado por el ministro de Defensa, Pedro Morenés, a las 20.30 horas de ayer en la base aérea de Gando, se pone fin a una semana de confusión sobre el paradero de los tres tripulantes desaparecidos, el capitán José Morales, el teniente Saúl López y el sargento Jhonander Ojeda.

El objetivo prioritario es recuperar el aparato y los cuerpos de los fallecidos, "con todas las garantías de seguridad de las personas que están trabajando en la zona", precisó Morenés. No obstante, olas de dos a cuatro metros complicaron ayer las tareas de rescate, impidiendo elevar a la superficie el helicóptero Super Puma siniestrado. Los trabajos que se reanudarán durante la jornada de hoy aprovechando que el tiempo dará una tregua antes de que mañana empeore. La recuperación del helicóptero puede durar varios días.

Cuando se ice la aeronave, los cuerpos serán trasladados en el buque de acción marítima Rayo a la base naval de Las Palmas de Gran Canaria para continuar con los trámites judiciales, explicó el ministro.

El hallazgo de los tres militares en el fondo del mar agudiza una serie de incógnitas sobre cuáles fueron las causas del accidente que acabó con sus vidas y qué fue lo que realmente ocurrió en las horas posteriores al siniestro del helicóptero, del que se perdió la señal a las 15.05 horas del jueves 22 de octubre. Esa tarde fue avistado en el mar por un F-18 español, un Puma marroquí, y hasta un barco holandés se acercó al aparato horas antes de hundirse. Según la versión de este buque, no atisbó nadie en el interior de la cabina, aunque el helicóptero estaba semihundido.

En estos siete días los familiares de los fallecidos tenían la esperanza de encontrarlos con vida a bordo de un pesquero marroquí sin comunicaciones o, incluso, se planteaban que fueran víctimas de un secuestro, hipótesis que se barajaron desde Defensa tras las informaciones contradictorias que ofreció el Gobierno marroquí el mismo día del siniestro, que aseguró que una embarcación de este país los había rescatado y los trasladaban al puerto de Dakhla, donde evidentemente nunca llegaron.

Condolencia

En una breve comparecencia sin opción a preguntas, Pedro Morenés explicó ayer que el juez militar togado que instruye el caso, y que se encuentra a bordo del buque Rayo que coordina el operativo en la zona, le había notificado vía telefónica a las 19.07 horas el hallazgo de los tres cuerpos en el interior del helicóptero hundido en el fondo del mar, noticia que transmitió a los familiares de los fallecidos, al Rey y al presidente Mariano Rajoy. Este remitió un tuit mostrando su condolencia a las familias tras conocer "tan triste noticia".

Los cadáveres de los tres miembros del SAR fueron localizados por los robots y buzos apenas 24 horas después de que los cazaminas de la Armada encontraran el pasado miércoles con sus equipos de sonar el lugar en el que se encuentra la cabina, hundida entre 40 a 60 metros de profundidad, pues Defensa no ha precisado la zona exacta del hallazgo del helicóptero.

Lo que sí aseguró el ministro es que las "malísimas condiciones meteorológicas existentes en la zona han impedido una actuación más rápida y más eficaz estos días".

A partir de ahora, indicó Morenés, los veinte buzos seguirán trabajando para intentar izar el helicóptero, para lo que se ha enviado a bordo de una patrullera marroquí desde Gran Canaria dos redes de grandes dimensiones que supuestamente envolverán el aparato, si bien Defensa aún barema cómo elevar el Super Puma a fin de realizar la operación de izado con la máxima "seguridad".

En la recuperación de otro helicóptero Super Puma del SAR siniestrado hace tan solo 19 meses junto a Gran Canaria se partió la aeronave durante el izado y se perdieron dos de los cuatro cuerpos de los militares fallecidos. Si bien en esa ocasión el aparato se encontraba a 2.362 metros de profundidad y llevaba un mes desaparecido en el fondo del mar, por lo que las condiciones para el rescate no son las mismas y previsiblemente el actual debe tener menor complicación.

El sargento Jhonander Ojeda fue el único superviviente del anterior accidente ocurrido cuando realizaban unas maniobras nocturnas. En el del pasado jueves no pudo salvar la vida.

El hallazgo de los cuerpos permitirá retirar el dispositivo aéreo que desde hace una semana rastreaba más de 24.000 kilómetros cuadrados del océano Atlántico en busca de una balsa o de cualquier embarcación que pudiera haber recogido a los tripulantes sin comunicarlo.

El ministro indicó ayer que comparecerá estos días para informar sobre cómo van las labores de rescate, pero advirtió, "ya desde ahora", que aunque las condiciones del tiempo mejorarán "algo" hoy, mañana van a ser "complicadas". "En estos momentos la prioridad es la seguridad de nuestra gente", insistió, en alusión a los efectivos que trabajan en la zona y donde incluso han aparecido hasta tiburones.