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El calentamiento global no está en la agenda de las corporaciones locales

El calentamiento global no está en la agenda de las corporaciones locales

Salvo excepciones, la política municipal canaria sigue sin implicarse en la batalla global

Los alcaldes de los cuatro municipios más poblados de Canarias se reunieron, un día después de iniciada la cumbre climática de París, para sellar una alianza estratégica conjunta que recibió la mediática denominación de G4. El anfitrión del encuentro, el alcalde de La Laguna, destacó la importancia de poner en común los problemas que comparten estas cuatro ciudades. "Problemas sociales y urbanísticos", precisó José Alberto Díaz. Santa Cruz de Tenerife, La Laguna, Las Palmas de Gran Canaria y Telde, dijeron sus máximos representantes, soportan la mayor densidad de población y, por tanto, una mayor carga económica que el resto de municipios canarios.

Augusto Hidalgo planteó el acuerdo en los términos de equivalencia entre gasto público y coste social; la teldense María del Carmen Hernández incidió "en lo que nos une y no lo que nos separa", en términos de superación del pleitismo; y José Manuel Bermúdez, por último, concluyó que "tenemos mucho que decir" en los planes estratégicos del Gobierno de Canarias y los respectivos cabildos.

Pero estos grandes centros urbanos de Canarias no son sólo los que más carga soportan. Son, también, los que más contaminan. Y, por tanto, en el espíritu del encuentro las Ciudades y el clima promovido por un millar de alcaldes de todo el mundo, los que deben poner en marcha políticas activas de lucha contra el cambio climático sin esperar a lo que haga al respecto el Estado.

Las dos urbes tinerfeñas son las ciudades canarias que han concentrado mayores índices de contaminación, seguida por Las Palmas de Gran Canaria. La circulación de vehículos; las centrales térmicas y las plantas potabilizadoras -y la refinería de petróleo antes de su cierre-; así como los vertidos y la presencia de puertos o aeropuertos son sus principales focos de emisiones contaminantes. Sorprende por ello que el nacimiento del G4, y su coincidencia en el tiempo con la cumbre mundial contra el clima, no haya realizado siquiera una referencia siquiera a este otro problema común.

Pero es que en Canarias en general, salvo contadas excepciones, el problema del calentamiento global del planeta no está provocando la misma reacción que en otros gobiernos regionales o locales. Hay gestos más o menos simbólicos, además de los obligados discursos, como la adhesión de La Laguna en 2012 a la iniciativa europea del Pacto de los Gobiernos Locales o de los Alcaldes contra el cambio climático. Pero no terminan de cuajar en planes concretos.

Así, el Gobierno de Canarias sigue sin reactivar la agencia que se creó específicamente para este fin, y se cerró por la crisis. Solo el Cabildo de Gran Canaria, presidido por Antonio Morales -que se ha significado por su apuesta por las renovables durante su larga etapa como alcalde de Agüimes- acaba de anunciar la elaboración de un plan insular de lucha contra este fenómeno. Sigue abierto sin embargo el debate sobre qué modelo de transición energética requiere Canarias, dado el retraso en abandonar su dependencia de los combustibles fósiles y las limitaciones de almacenamiento de las renovables. ¿Con gas a sin gas?

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