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El ITC advierte que su viabilidad pasa por reducir salarios para evitar despidos

La plantilla de la empresa pública inicia una huelga indefinida y exige alternativas a la dirección

El ITC advierte que su viabilidad pasa por reducir salarios para evitar despidos

La viabilidad del Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) está de nuevo en riesgo. Dos años después de la crisis que estuvo a punto de que esta empresa pública autonómica desapareciera, los trabajadores han iniciado un conflicto laboral ante el planteamiento de la dirección de la empresa de prorrogar la reducción salarial pactada en 2013 dos años más porque, en caso contrario, habrán despidos para equilibrar la situación financiera de la sociedad mercantil.

El comité de empresa del ITC acusa a la dirección de ofrecer la bajada de sueldos como única opción para solucionar el déficit. La posibilidad de un expediente de regulación de empleo (ERE) ha provocado que los representantes de los trabajadores presentaran un preaviso de huelga indefinida en los últimos días de 2015. El conflicto comenzó ayer con concentraciones que se producirán todos los miércoles para denunciar la posición empresarial.

Antonio Ortegón, representante del comité de empresa, exige a la dirección del ITC y a la Consejería de Economía e Industria que ofrezca soluciones alternativas que no tengan que pasar exclusivamente por reducir salarios y personal. Por ello, demanda que se trabaje en proyectos que ya se han desarrollado y que la empresa se presente a convocatorias para abordar planes que se están en disposición de asumir con la tecnología del ITC.

El representante de la plantilla teme que la situación que se ha generado en las últimas semanas sea al antesala de una remodelación de la sociedad mercantil para retomar el plan que se intentó realizar hace dos años y que suponía desgajar el ITC entre los parques científicos tecnológicos de las universidades canarias y la Agencia Canaria de Investigación e Innovación, órgano dependiente ahora de la Consejería de Economía, Industria y Conocimiento que dirige Pedro Ortega.

Por su parte, el gerente del ITC, Gabriel Megías, argumenta que la empresa pública afronta este año una pérdida de proyectos europeos que supone una caída de los ingresos de un 20%, lo que equivale a más de un millón de euros. El nuevo periodo para la presentación y adjudicación de proyectos con fondos comunitarios no se abre hasta mediados de año, con lo que los nuevos fondos no llegarán hasta finales de 2016 y en 2017.

Según Megías, los presupuestos autonómicos de este año contemplan una inyección de nuevos fondos de 700.000 euros para hacer frente a la insuficiencia financiera del ITC, pero esta partida sigue siendo insuficiente para equilibrar el balance de la sociedad si los salarios de la plantilla vuelven a los niveles anteriores a la crisis de 2013. Por ello, el planteamiento de la dirección es aminorar ligeramente la reducción salarial de los dos últimos años, de un 14% a un 11%, y mantenerla dos años con el compromiso de que en 2018 los trabajadores recuperarán el nivel salarial perdido en estos años.

Desfase

El directivo explica que si los trabajadores recuperan su nivel salarial ahora el desfase sería de 800.000 euros. "Este escenario pone en riesgo la viabilidad de la empresa, lo que nos obligaría a tomar medidas que afectarían al personal", advierte. Megías explica que más de dos terceras partes del presupuesto del ITC son costes de personal fijos, por lo que existe poco margen para actuar en otro tipo de cuestiones, de tal forma que la propia estructura del ITC obliga a equilibrar las finanzas tocando los costes del personal.

"El acuerdo venció el 31 de diciembre de 2015 y estábamos obligados a negociar pero con la situación actual cada mes que pasa se acumula un déficit de 60.000 euros y si no se llega a un acuerdo estamos poniendo en riesgo la viabilidad de la empresa", asegura el gerente del ITC.

La huelga iniciada ayer no está suponiendo contratiempos para el normal funcionamiento de la sociedad mercantil, ya que por ahora se limita a las concentracioes los miércoles en las diferentes sedes. Para mañana está concertada una reunión entre las dos partes con la mediación del Tribunal Laboral Canario a petición de la representación laboral.

La dirección de la empresa está dispuesta a agotar todas las opciones y a tomar todas las medidas posibles para ganar tiempo. Sin embargo, Gabriel Megías es claro: "mi objetivo es que la empresa sea viable y se pone en riesgo si no se mantienen los costes laborales actuales". Cualquier tipo de alternativa diferente para el futuro del ITC es decisión del consejo de administración de la empresa y, en última medida, del Gobierno autonómico.

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