El anteproyecto de la Ley del Suelo sigue provocando críticas procedentes de miembros de la Ejecutiva regional del PSOE, en esta ocasión del secretario de Política Municipal y diputado regional Gustavo Matos, que advierte incluso con votar en contra de la misma en el Parlamento si no se introducen cambios sustanciales en la misma. Estas críticas separan aún más a los socialistas que están en el Gobierno, encabezados por la vicepresidenta Patricia Hernández, de los principales cargos orgánicos del partido, molestos por el comportamiento "unilateral" del presidente Fernando Clavijo.
El hecho es que los cuatro consejeros del PSOE en el Ejecutivo dieron su conformidad al anteproyecto de ley en el Consejo de Gobierno, sin que el texto pasara por la mesa de seguimiento del pacto ni se consensuaran sus principales puntos entre los dos partidos. Esta situación provoca que se agranden las diferencias en el seno de los socialistas canarios con visiones contrapuestas entre los integrantes del Ejecutivo y los que están fuera del mismo. Esta situación se puede prolongar hasta que la formación celebre su congreso regional, previsto para el verano, cita en la que Patricia Hernández aspira a convertirse en secretaria general.
Mientras llega ese momento, las declaraciones contradictorias se suceden. Gustavo Matos aseguró ayer que en el documento del pacto suscrito entre CC y PSOE no figura explícitamente la redacción de una nueva ley del territorio y advierte a Clavijo que el Gobierno está sustentado por dos formaciones, por lo que no comparte las declaraciones del jefe del Ejecutivo en el sentido de que el texto legal es del Gobierno y no tiene que consultar a los partidos.
"El Gobierno se debe a los partidos que le respaldan en el Parlamento y asuntos transversales como este deben tratarse en la mesa de seguimiento del pacto porque se han adoptado decisiones de carácter político de manera unilateral", critica el parlamentario socialista.
Como ya hiciera José Alcaraz y otros dirigentes socialistas, Matos cuestiona que la Cotmac se haya vaciado de competencias y que su función se reduzca a emitir un informe de la Comunidad Autónoma sobre el planeamiento que realicen los ayuntamientos, que tendrán la última palabra en su aprobación definitiva.
Para Matos "el Gobierno renuncia a tener control sobre el territorio de las Islas". El dirigente socialistas es partidario de agilizar los plazos y los trámites pero sin que ello conlleve la eliminación de la supervisión final que realiza la Comunidad Autónoma sobre la gestión y los usos del suelo.
Matos espera que los meses que quedan de debate y el trámite parlamentario sirva para que haya un acuerdo entre las dos formaciones, aunque considera que el debate está algo "adulterado" porque CC ya ha marcado las reglas del juego previas de forma unilateral.
