El secretario de Organización de UGT, José Javier Cubillo, considera que los pactos de última hora entre los tres candidatos que concurren a la Secretaría General en el 42 Congreso Confederal, entre los que se encuentra el grancanario Gustavo Santana, "son posibles pero probables, menos".

En declaraciones a Efe, Cubillo admite que puede haber "sorpresas" dado que el proceso para presentar la candidatura y los avales exigidos (al menos el 25 % de los 601 delegados) está abierto hasta la tarde del 11 de marzo pero, personalmente, no cree que se esté negociando.

El responsable de Organización subraya la importancia de este 42 Congreso ya que supone el cambio integral, la reestructuración interna del sindicato y el relevo de liderazgo, tras los 22 años de Cándido Méndez al frente de la Secretaría General.

Un cargo que ocupará uno de los tres candidatos que, hasta ahora, concurren a liderar UGT: el secretario general de Cataluña, Josep Álvarez; el responsable de Servicios para la Movilidad y la Ciudadanía, Miguel Ángel Cilleros, y el secretario general de UGT Canarias, Gustavo Santana.

En esta reorganización interna que afronta UGT en los próximos días, Cubillo subraya el paso de seis a tres federaciones "fuertemente sectorializadas".

Hasta ahora, había seis federaciones y tres uniones estatales. La Federación de Servicios Públicos es la que cuenta con más peso en el Congreso (89 delegados), seguida de Metal, Construcción y Afines (71 delegados), Servicios para la Movilidad y el Consumo (64), Federación de Servicios (51), Federación de Industria y Trabajadores Agrarios (46) y Federación de Trabajadores de la Enseñanza (23).

De momento, las tres nuevas federaciones no tienen nombre, ya que eso corresponde a cada uno de sus congresos constituyentes, posteriores al confederal, si bien para identificarlas se las conoce como: federación del sector primario y producción de bienes, federación de servicios y federación de servicios públicos.

Cubillo explica que se trata de implantar una "caja única" de recursos humanos y materiales, que cada federación deberá administrar atendiendo a las singularidades de la actividad de cada una de sus organizaciones.

Dentro de las propuestas de organización interna, Cubillo entiende que el 42 Congreso mantendrá el límite de tres mandatos (de cuatro años cada uno), ya que ese es "el sentir mayoritario" de las organizaciones.

En cuanto a la posibilidad de implantar elecciones primarias o voto directo del afiliado, Cubillo subraya que en el sindicato "no hay resistencia" a este proceso y avanza que UGT cuenta con mecanismos para hacer la consulta a través de la página web.

No obstante, admite que aunque el sindicato tiene el fichero de afiliados, "este debería ser depurado si se quiere que la consulta sea rigurosa" y subraya que las elecciones primarias no son un tema prioritario en la organización, ni siquiera reclamado por las bases.

Cubillo ahonda en otros temas de reorganización interna como los referidos a las unidades territoriales de comunidad autónoma.

En este sentido, Cubillo apuesta por "flexibilizar" la estructura para que las unidades territoriales se organicen también por provincias o comarcas voluntariamente. "Lo que es exigible es que cualquier cambio sea aprobado en el Congreso", dice.

En el 42 Congreso también se debatirá el Programa de Acción que diagnostica los cuatro años "de regresión económica y social" de la última legislatura y urge a un cambio en las políticas.

En este sentido y en declaraciones a Efe, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, avanza que el 42 Congreso debatirá la necesidad de aprobar un plan de choque para los parados de larga duración y hace hincapié en el riesgo que supone "la cronificación" del desempleo.

Así, UGT reiterará en el Congreso su propuesta de financiar ese plan de choque con los fondos destinados a la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida.

El responsable de Acción Sindical precisa que el documento que se apruebe, que es para cuatro años, también deberá proponer una "revisión del conjunto del sistema", ya que se ha demostrado que "no estaba preparado para una crisis tan larga", lo que se ha traducido en una "altísima desprotección social".

Ferrer insiste en que hay un colectivo de personas que no puede volver al mercado de trabajo y que tiene dos problemas: uno de protección y otro, sobrevenido, de acceso a las pensiones de la Seguridad Social.

Por ello, Ferrer explica que el documento que se debatirá en el 42 Congreso habla de "rescatar" a las personas y de buscar fórmulas de protección específica para mayores de 45 años y, en particular, para el colectivo con más de 55.