El candidato de Ciudadanos al Senado por Fuerteventura considera que las elecciones del 26 de junio suponen un "cambio muy significativo" respecto a las del pasado 20 de diciembre que le favorece notablemente a él y a su propio partido y asegura que está dispuesto a aprovecharlo. "En la anterior campaña se entendió entre una parte importante de los electores que Ciudadanos no apostaba por el Senado, y prácticamente no hicimos campaña". Se refiere al hecho de que dado que C's apuesta en su programa electoral por suprimir el Senado, no se consideraba útil votar a sus candidatos a esa Cámara. Pero explica que "para acabar con el Senado hay que estar dentro y tener la mayoría que requiere la ley".

De origen peninsular, asegura llevar en Fuerteventura desde 1972 y conocer muy bien todas y cada una de las otras siete islas, La Graciosa incluida. "Mi campaña se basa en recordar la situación en la que se encuentra Fuerteventura y hacer visibles sus necesidades. Hemos llegado a ser el granero de Canarias, pero enseguida se convirtió en una isla de emigración", afirma este majorero de adopción que ha sido asesor fiscal durante más de 20 años y ha trabajado otros 10 en puestos de alta responsabilidad en el sector de la hostelería. "El turismo nos ha llevado a un crecimiento asombroso, pero no se ha sabido aprovechar este crecimiento para beneficio y cuidado del entorno majorero. Es una isla muy áspera y siempre ha sido usada como algo lejano y sin valor", señala.

"Sé que es muy difícil explicar a los ciudadanos la situación actual, pero hay que convencerlos de que participen y voten porque si el 20D eran unas elecciones muy importantes, estas lo son si cabe aún más". Escritor en sus ratos libres, con tres títulos a la espalda, Antonio Olmedo rechaza el estigma de que C's sea "la marca blanca del PP". "Podemos compartir algunos aspectos programáticos generales, pero nos separan otros muchos, sobre todo la corrupción", asegura.