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"Se acabó el toma el dinero y corre"

Meri Pita, candidata de Unidos Podemos, cree que el cambio es posible y que Pablo Iglesias puede liderarlo con un programa serio de lucha contra la corrupción y el rescate ciudadano

"Se acabó el toma el dinero y corre"

Meri Pita (María del Carmen Pita Cárdenes) tiene un "espinita" clavada en el corazón que la hace aún mas combativa de lo que ha sido a lo largo de su vida, conocida por su activismo sindical en la Administración de Justicia, de la cual es funcionaria desde 1984, y en donde mantuvo 52 días continuados de huelga por una Justicia más digna y eficaz. Su hijo mayor, Omar, es uno de tantos jóvenes que ha tenido que "emigrar" de España porque no encuentra trabajo aunque posee títulos, másteres e idiomas. Ha sido "muy duro" para ella.

"Es la espinita que tengo, que los últimos gobiernos han expulsado a los mejor preparados de nuestro país", lamenta. "Es inadmisible que hayamos entregado a otros países a nuestros mejores talentos y encima se rían diciendo que salen por espíritu aventurero". Por ello, Pita promete que va a hacer "todo lo posible para que vuelvan todos los chicos y chicas que han tenido que exiliarse". Esta circunstancia personal, unida a su ideología de izquierdas y a su forma de ver la vida, donde "la militancia es un compromiso moral", propició como un "un proceso natural" que acabara en Podemos, reflexiona.

De hecho, es una de las personas que puso en marcha el proyecto en las Islas, antes de las elecciones europeas de mayo de 2014, donde se presentó por primera vez Podemos, "cuando sólo había mucha indignación y ganas de cambiar las cosas".

Paso a paso llegó a convertirse, tras las primarias, en secretaria general de la formación de Pablo Iglesias en Canarias y, posteriormente, en la cabeza de lista al Congreso por la provincia de Las Palmas en las elecciones del pasado 20 de diciembre, aunque en la anterior ocasión cedió el primer puesto al fichaje estrella de Podemos, la jueza Victoria Rosell, llamada a ser ministra de Justicia si la organización morada gobernaba. La magistrada renunció el 21 de mayo a encabezar la lista en las elecciones del 26 de junio por estar investigada tras una querella del exministro y expresidente del PP de Canarias, José Manuel Soria. Pita lidera ahora la plancha electoral a la Cámara Baja, porque si de algo está convencida es de que "el cambio es posible" en un país asfixiado por las políticas de la derecha.

"Encabezar la lista supone un orgullo. La ausencia de Rosell duele por la forma tan sucia que el adversario político, Soria, ha utilizado para descabalgar a una persona tan válida y honesta como la magistrada de la carrera política", critica, "pero se asume desde la perspectiva de que en Podemos todo el mundo suma y somos un equipo", precisa, por lo que no cree que la retirada de la jueza afecte a a los resultados de la formación en Canarias.

Cerrado ese capítulo, Pita afronta la recta final de la campaña con la misma fuerza que la empezó, activa y combativa y, sobre todo, intentando explicar en sus múltiples reuniones con colectivos sociales, empresariales, asociaciones, entrevistas, mítines y allá donde vaya que Podemos es un partido "serio", con propuestas serias en su programa y posibles de llevar a cabo.

Porque uno de los grandes objetivos de la formación de Pablo Iglesias es desterrar el mensaje que difunden otras organizaciones, como el PP, de que si gobiernan se hundirá la economía y el país, con el fin de provocar el "miedo" entre los potenciales votantes, expone.

Para Pita es todo lo contrario. España se ha convertido en la mofa de Europa y ahora, más que nunca, hay que conseguir que los indecisos terminen de dar el apoyo que le concedieron cinco millones de españoles a Podemos en las elecciones del 20 de diciembre, para que no sólo dé el sorpasso al PSOE sino al propio PP, al que todas las encuestas lo vuelven a posicionar como ganador el 26-J, pero sin mayoría absoluta.

Pita se desgañita al decirle a los ciudadanos que voten al cambio, porque: "¡Sí -se- puede!, repite puño alzado, y pide que confíen en ellos pues lo que prometen lo cumplirán, asegura. "Tenemos que convertirnos en un país serio, en una democracia seria y asentada, no en lo que somos ahora de 'toma el dinero y corre", arenga. Y, casi sin aliento, suelta de corrido: "Ha habido un saqueo a las cajas públicas y unos niveles de corrupción inauditos, con eso hay que acabar, con las puertas giratorias o con la presión de determinados lobbies empresariales en los concursos públicos; así no se construye un país serio".

Esta vez Podemos cree que es posible y más con la alianza con la Izquierda Unida de Alberto Garzón para concurrir juntos a los comicios generales. Las encuestas sitúan a Unidos Podemos en segunda fuerza política por encima del PSOE y se vislumbra un posible pacto con los socialistas pero con una gran diferencia: Pablo Iglesias sería el presidente.

Pita y el resto de su formación están insistiendo a cada momento en esta campaña que quieren un pacto de progreso con los socialistas, aunque dejan claro que si obtienen más votos será Iglesias el que lidere el Gobierno de España. "La mano está tendida", recalca, pero exigen que el PSOE diga con claridad a los electores si va a dejar gobernar a Mariano Rajoy "por acción o por omisión". "Si al final va a prevalecer el bipartidismo a través de la abstención que lo digan ya a lo ciudadanos", sentencia.

Activista

Meri Pita está acostumbrada a los procesos electorales. De hecho, a finales de los años 70 entró a militar en las juventudes de células comunistas y trabajó en las elecciones generales y locales que auparon a la Unión del Pueblo Canario (UPC) a la Alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria. En los años 90 fue una de las candidatas por IUC a las elecciones generales y locales, y concurrió a los pasados comicios generales el 20 de diciembre en segunda posición al Congreso, detrás de Rosell.

A juicio de Pita, las fuerzas progresistas deben ponerse de acuerdo principalmente en las medidas económicas y sociales para que haya pactos, lo que deja fuera a Ciudadanos porque, para Podemos, las propuestas de Albert Rivera están más destinadas a alianzas con el PP que con formaciones de izquierdas.

¿Y qué prometen? El rescate social, una "renta garantizada" de 600 euros mensuales para quienes no tienen ingresos y otra "renta complementaria" para quienes trabajan pero su sueldo no llega a los 900 euros, así como subir progresivamente el salario mínimo interprofesional. Las líneas generales del programa se orientan al fin de la austeridad y los recortes del presupuesto público, una reforma fiscal progresiva, un sistema financiero al servicio de la ciudadanía con una banca pública y la reestructuración de la deuda pública y privada.

Quieren paralizar los desahucios y "que se penalice a los bancos si tienen viviendas cerradas con gente viviendo en la calle", dice Pita. Y si gobierna Podemos, las entidades financieras soportarán un "impuesto de solidaridad" transitorio para canalizar la devolución de los fondos prestados. Además entrarán "a saco" contra el fraude fiscal, porque son 90.000 millones que pueden usar para inversión pública que genere empleo y para financiar la sanidad y la educación, afirma.

No se cansa de decir que "es posible" cambiar el país, con ese tesón de los deportistas acostumbrados a intentarlo una y otra vez. Quizás sea porque está acostumbrada a competir, desde que su madre la apuntó a un cursillo de natación con ocho años y se quedó como nadadora federada durante doce años en el club de natación Unión Deportiva Las Palmas, consiguiendo el campeonato de España en Gijón, en 1976, en la disciplina de 100 metros espalda.

Una jornada para ella empieza a las siete y media de la mañana y termina 17 horas después, pues se acuesta pasada la media noche. El 13 de junio, por ejemplo, se levantó temprano, desayunó ligero, zumo y yogur, y ahí empezó su largo día, móvil en mano, recibiendo llamadas, wassap y lo que se tercie.

Pita se desplaza en su propio coche, ella conduce y lleva a los miembros de su equipo que la acompañan a las reuniones o entrevistas. Le relaja conducir fuera de Las Palmas de Gran Canaria, donde nació en el barrio de Arenales, en el seno de una familia trabajadora, aunque desde los 13 años se mudó a Divina Pastora. Tiene tres hermanos varones, estudió en el instituto Isabel de España y después empezó Magisterio pero no terminó porque aprobó las oposiciones de Justicia, hace ya 32 años.

En esta jornada de campaña se reunió en primer lugar a las nueve de la mañana con su equipo en la oficina de Podemos, donde repasaron la actividad del día y la producción de actos como el que iba a protagonizar el día 14 Íñigo Errejón en la capital grancanaria. A las diez tuvo su primer encuentro con la Confederación de Pequeñas y Medianas Empresas de Gran Canaria Unec Siglo XXI para desgranar las propuestas de su programa. Las pymes son las que generan el 65% de empleo en este país, y el 70% en Canarias, y desde Unidos Podemos se propone una Ley de Segunda Oportunidad y que los autónomos paguen solo según lo que generan, apuntó. La mañana transcurrió sin un respiro, como todos los días. Por eso, come donde cuadre. Por la tarde le tocó una entrevista en Televisión Española, donde acudió a las cinco a maquillarse. Después más reuniones y para casa a descansar, momento en el que, a medianoche, suele contestar los mensajes.

En estos días, aparte de las propuestas nacionales se centra en las canarias que, asegura, Pablo Iglesias cumplirá si llegan al Gobierno. Abogan por un REF social que sirva para que "no se lo queden unos pocos y que Canarias no se convierta en un paraíso fiscal. No queremos ser el Singapur del sur de Europa", esgrime. Además, se proponen anclarlo en la Constitución. Defienden la reforma electoral porque la ley canaria es "antidemocrática", así como un sistema de financiación autonómica donde todos los españoles reciban lo mismo.

En esta cuestión es crítica con los demás candidatos. En uno de los debates que participó vio como los aspirantes de CC, el PSOE y el PP se enzarzaron en una discusión por la financiación y pensó: "¡Pero si llevan 35 años gobernando unos con otros aquí y en Madrid y no lo han arreglado!". Ellos son los culpables de cómo está Canarias, sentencia.

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