La diferencias internas asoman en el grupo parlamentario Socialista a causa de la ley del suelo. En los últimos días se ha evidenciado cada vez más esta situación y algunos diputados no esconden su disgusto por cómo se está gestionando este asunto por parte de los órganos del partido y de los consejeros socialistas que se sientan en el Consejo de Gobierno. El PSOE no tiene aún posición oficial sobre el proyecto legislativo pero, mientras, el texto se encuentra ya en manos del Consejo Consultivo, tras su aprobación el pasado lunes en el Consejo de Gobierno, y Coalición Canaria sigue cumpliendo los plazos para que la ley entre en vigor a final de año.
La configuración y competencias que tendrá el nuevo órgano que sustituirá a la Comisión de Ordenación Territorial y Medio Ambiente de Canarias (Cotmac) es el principal punto en el que chocan nacionalistas y socialistas. En el proyecto de ley aprobado el lunes el texto no varía ante la resistencia de CC a transigir a las peticiones de su socio para que la Cotmac recupere algunas de sus competencias, como la evaluación ambiental estratégica del planeamiento o el informe de legalidad de los planes generales de los ayuntamientos.
Varios diputados consideran que Coalición ha vuelto a salirse con la suya ante la pasividad de su partido y de la dirección del grupo parlamentario. La falta de dirección en el PSOE influye en que no haya coordinación entre el partido y el grupo para tener una posición común en este y en otros asuntos.
El sector oficial del grupo defiende que hay propuestas y sugerencias que se han introducido en el texto aprobado esta semana, algunas de ellas relativas a los proyectos de interés insular y autonómico o los usos del suelo rústico, cuestiones que también han provocado un fuerte debate entre los contrarios a la nueva norma. Las diferencias han aumentado en las últimas semanas a raiz de la presencia de la presidenta del grupo parlamentario, Dolores Corujo, en una convocatoria de la Fundación César Manrique en Lanzarote contra la ley del suelo.
Este gesto de Corujo no ha sentado nada bien ni en CC ni entre los afines a Patricia Hernández, que le reprochan que esté cambiando de opinión sobre la ley a medida que se acerca el proceso congresual del partido, ya que Corujo es también secretaria insular del PSOE en Lanzarote y algunos apuntan a que puede tener aspiraciones de cara al Congreso regional del partido. También la firma del manifiesto en contra de la ley del suelo por parte de socialistas significados como Juan Fernando López Aguilar o Carmelo Padrón han provocado malestar.
La principal preocupación en este debate interno entre los socialistas es cuando llegue la ley al Parlamento. El grupo parlamentario quiere plantear enmiendas para modificar algunos puntos del texto para que se acerque algo más a sus tesis, entre ellas introducir cambios en el funcionamiento del órgano que sustituye a la Cotmac. En el caso de que aumenten las discrepancias entre los socios de gobierno sobre a la ley en la Cámara no se descarta una división interna en el voto del grupo parlamentario socialista, lo que supondría una quiebra sin precedentes en el pacto de gobierno. Los nacionalistas están más tranquilos porque pueden contar con el respaldo del PP y del grupo Mixto, ya que tanto los populares como el dirigente gomero Casimiro Curbelo han manifestado su respaldo al presidente Clavijo.
La actitud de Dolores Corujo, también alcaldesa de San Bartolomé, y de Eva de Anta, regidora de Arrecife, quiebra también la línea mayoritaria de los alcaldes del PSOE, que respaldan la ley porque otorga la potestad a los ayuntamientos de aprobar sus planes generales y de agilizar el procedimiento, eliminando procesos administrativos que entorpecen la regulación del suelo.
Hay sectores del PSOE que temen que la ley del suelo pueda ser una de las excusas que utilice Coalición Canaria para romper el pacto de gobierno.
