El nombre Canasar hace referencia a una serie de ejercicios con participación civil y militar que se desarrollan una o dos veces al año en el Archipiélago y que tienen como objetivo el adiestramiento avanzado para el Centro Coordinador de Salvamento (RCC) Canarias, que requiere la coordinación entre los organismos que disponen de recursos de emergencia.

La primera meta de Canasar es que haya una mayor compenetración entre el Ejército del Aire y el resto de los organismos civiles que también realizan operaciones de salvamento y búsqueda. Otro de los pilares de estas maniobras es instruir al personal del RCC Canarias en el planeamiento y dirección de operaciones originadas por accidentes aéreos. Se trata del adiestramiento de las tripulaciones del Servicio de Búsqueda y Salvamento (SAR) del Ejército del Aire, concretamente las del 802 Escuadrón con base en Gran Canaria. Asimismo, se evalúa la agilidad en la activación del Centro Coordinador de Salvamento y se comprueba el funcionamiento de los mecanismos de información.

De esta forma se puntúa el grado de respuesta y los tiempos de activación de los SRU (SAR Rescue Units), así como la planificación de su operatividad (planeamiento, actuación en el área de operaciones y comunicaciones) y la actualización de los conocimientos sobre las capacidades de los organismos ajenos al Ejército del Aire que pudieran emplearse en operaciones realizadas en la zona de responsabilidad del RCC Canarias.

Un aspecto que también se valora en estos ejercicios son las relaciones bilaterales con los países cuya aérea de responsabilidad limita con la de Canarias y que envían representantes al ejercicio, en este caso Marruecos, Mauritania, Senegal y Cabo Verde.

El Canasar 2016 comenzó en una colina próxima a la Playa de Tapahuga, lugar donde se concentraron los alumnos y profesores del IES San Sebastián de La Gomera como víctimas. Cincuenta maletas, ropas, fuego, una caja negra, una baliza de emergencia y asientos de avión completaron el atrezzo del simulacro. El inicio oficial del mismo fue con una llamada del Centro de Control de Tránsito Aéreo de Canarias al RCC Canarias informando de que un avión del tipo ATR-72 -de la compañía ficticia Phoenix Airways- estaba volando con problemas mecánicos con destino La Gomera desde Tenerife Norte. Finalmente se perdió el contacto por radio y por radar con la aeronave mientras realizaba la fase de aproximación al aeropuerto de la isla.

Ante la posibilidad de que se hubiera producido un accidente se activó la llamada fase de desastre. A partir de ese momento, y con la llegada de los primeros vehículos y personal de emergencias, comenzaron las labores de localización y rescate de las víctimas. A pesar de la difícil orografía del terreno y el calor reinante, las 51 víctimas fueron localizadas y pasaron por triage antes de ser evacuadas al Hospital Nuestra Señora De Guadalupe y los centros de salud de San Sebastián La Gomera y Valle Gran Rey. En esos momentos también la Policía Judicial de la Guardia Civil comenzó las labores de identificación de las víctimas.

En resumidas cuentas, durante casi seis horas y con la participación de unas 400 personas y un importante despliegue de medios aéreos y terrestres, cada organismo pudo evaluar la capacidad de reacción de sus medios y el grado de coordinación entre las instituciones y el SAR en el desarrollo de operaciones de búsqueda y salvamento. El resultado fue óptimo y los objetivos fueron claramente alcanzados.