El exmagistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ha acusado este lunes al Tribunal Supremo de un supuesto delito de prevaricación en su actuación contra la juez y exdiputada de Podemos por Las Palmas, Victoria Rosell.

Garzón, en el transcurso del Foro Premium del Atlántico, consideró que el Alto Tribunal "admitió a trámite" la denuncia por retardo malicioso en la administración de justicia, prevaricación y cohecho "sabiendo que luego no" iba a tener recorrido y "con el tiempo justo para que [Rosell] no se pudiera presentar" a los segundos comicios.

Sobre el caso y denuncias cruzadas que implican a Rosell, al empresario Miguel Ángel Ramírez y al juez Salvador Alba -con grabaciones de por medio realizadas por el empresario, dueño del grupo Ralons, a Alba-, Garzón ve "legítimo" que éste adoptara esa precaución. "Me parece legítimo" que Ramírez grabara la conversación con Alba.

"Me parece legítimo que el empresario lo hiciera, por si lo que se le planteaba no era lícito. Eso está claramente protegido, es tu intimidad", mantuvo.

Para Garzón, determinar si lo escuchado en esas grabaciones es un "posible ilícito" es algo de "calificación más compleja". "Sin saber más datos creo que esa grabación era una especie de salvamento de sí mismo [para Ramírez]", sostuvo.

En cambio, el exjuez cree que "quien tendría que responder" a si eso es ilícito "es quien hiciera las propuestas". "Si ocurrió tendrían que depurarse responsabilidades", sentenció.