El secretario general del PSOE de Canarias, José Miguel Pérez, llegó muy temprano al hotel para preparar la importante cita del partido y, de paso, esquivar a algunos de sus detractores. Asimismo, en contra de lo que sucede habitualmente, el Comité Regional fue a puerta cerrada, sin la presencia de medios de comunicación y sin militantes invitados, que en otras ocasiones asisten -previa acreditación- sin voz ni voto.

"Esto es una vergüenza, nos tratan como basura", protestó uno de los militantes que se concentraron ante la sala que acogió el máximo órgano entre congresos del PSOE. "La opinión de la militancia ya no cuenta, por eso nos tapamos la boca", dijo Soli Ramírez en uno de los instantes más tensos de la jornada. De hecho, la Secretaría de Organización había optado por prescindir de invitados para no generar más tensión ante lo que se iba a discutir.

La concentración sólo pretendía recordar al Comité Regional la importancia de los militantes, que quieren ejercer su derecho a "estar presentes" en las decisiones del partido, subrayó Elena Sáiz, que, junto con otras dos afiliadas, pudo acceder a la reunión extraordinaria cuando estaba a punto de terminar. "Gracias por entrar, los militantes son los que nos han colocado aquí", valoró la edil de San Miguel de Abona, Dora González, que instó a la dirección a "no perder el norte".

Con el puño en alto, el presidente de la agrupación socialista de Arucas, Rafael Morales, fue una de las dos personas que votó en contra del acuerdo para mantener el pacto con CC. Un texto que aprobó el 87% del Comité Regional, con la abstención del 11%. De los 109 integrantes de este órgano faltaron 32, buena parte de cargos de Tenerife. Entre otros, no acudieron los alcaldes del Sur de la isla que auparon a Patricia Hernández en las primarias para ser candidata del PSOE a la Presidencia del Gobierno. De los 68 que ayer votaron "sí", 25 pertenecen a la Ejecutiva, según fuentes internas. Se preparó una urna, pero al final no hizo falta y se votó a mano alzada.

También se impidió la entrada al cónclave a varios cargos, como el edil de la capital grancanaria Aridany Romero, que tachó de "insólita" esta situación. En cambio, el secretario de Organización, Julio Cruz, alegó que "ha habido muchas reuniones a puerta cerrada", indicó que "el comité ordinario se hará cuando toque", tras el federal y estima que sólo "hay una minoría" que no quiere a Pérez como secretario general. Mientras, el eurodiputado Juan Fernando López Aguilar resaltó que "el PSOE necesita una reconciliación urgente consigo mismo".