"En el juicio demostraré mi inocencia y que el contrato es legal". Así lo aseguró ayer el exdirigente de Coalición Canaria y exparlamentario en el Congreso de los Diputados José Carlos Mauricio, respecto al auto de la juez Carla Vallejo, que le procesa por falsedad de documento público. Éste es el único presunto delito que le mantiene la magistrada, que ha archivado las causas contra él por delito fiscal y favorecimiento de la inmigración ilegal.

Mauricio, retirado de la vida política, defiende que "en ningún momento ha habido voluntad de engañar a la administración", en relación a la investigación judicial sobre la supuesta contratación irregular de la ciudadana cubana Mayra Despaigne por parte de la Fundación Centro de Estudios Canarios, que constituyó tras abandonar la actividad pública para prestar servicios de asesoramiento sobre asuntos de interés para las Islas.

La juez del Juzgado de Instrucción número 8 de la capital grancanaria dictó un auto en septiembre en el que archivó la causa por delito fiscal contra Mauricio, tras un informe de la Agencia Tributaria que descartó cualquier tipo de irregularidad en las cuentas de la fundación.

En una segunda resolución del 11 de noviembre y notificada este martes a Mauricio, Vallejo también sobreseyó el delito de favorecimiento de la inmigración ilegal. Si bien, continuó el proceso contra Mauricio, el decano de Economía de la ULPGC, Juan Manuel Benítez y su pareja sentimental Mayra Despaigne como presuntos autores de falsificación de documento público. Vallejo transforma en procedimiento abreviado las diligencias previas abiertas el pasado año.

La juez considera que Benítez y su novia tenían la intención de obtener para ella la residencia legal en España "bajo el supuesto de acreditación de arraigo social que exige contar con una residencia continuada en España y una oferta de empleo". Con este fin "se conciertan" con Mauricio, quien realizó un contrato a través de su fundación que firmó Despaigne el 20 de noviembre de 2014. El 12 de enero de 2015 ella obtuvo la residencia española.

La juez estima que "se habría simulado y dado apariencia de verdadero a un negocio jurídico, un contrato de trabajo, que en realidad nunca iba a tener lugar".

Sin embargo, el expolítico aclaró ayer que contrató a Despaigne como auxiliar para cuestiones de Internet y que llevó a cabo su trabajo. "Ella trabajó y le pagué por trabajar y el contrato que firmamos es absolutamente regular, no hay ninguna voluntad de engañar", aseveró José Carlos Mauricio, que sostiene que esta mujer trabajó "sobradamente" para su fundación.