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Las crisis desangran al PSOE

Las disputas internas y los partidos emergentes dejan a los socialistas en una situación crítica para recuperar sus apoyos

De izquierda a derecha, Ángel Víctor Torres, Patricia Hernández y Sebastián Franquis. LP/DLP

En los primeros comicios autonómicos celebrados hace 33 años, el PSOE timoneado por Jerónimo Saavedra consiguió 27 de los sesenta diputados de la Cámara regional. Desde entonces, la evolución ha sido descendente, salvo en 2003, con un ligero repunte en votos, que no en escaños, a cargo de su segundo secretario general y candidato a la Presidencia, el recientemente desaparecido Juan Carlos Alemán, que obtuvo 235.234 votos y 17 diputados. Tras él, Juan Fernando López Aguilar, el tercer dirigente del PSOE canario, logró en 2007 el mayor número de votos de la etapa democrática, 322.833 sufragios y 26 diputados.

En las pasadas elecciones del 24 de mayo de 2015, el PSOE consiguió los peores resultados de su historia en las Islas, si bien se convirtió en la primera fuerza en el Archipiélago, debido a que los votos se repartieron entre más partidos, al irrumpir Podemos, Ciudadanos y la Agrupación Socialista Gomera (ASG) en la escena política. Patricia Hernández logró mantener los 15 diputados que consiguió el cuarto scretario general, José Miguel Pérez, en las elecciones de 2011, quien, como candidato a la Presidencia, perdió nada menos que 132.000 sufragios con respecto a los alcanzados por López Aguilar cuatro años antes.

Pese a ello, y a la competencia de los partidos emergentes, su sucesora aguantó el tipo en 2015 y fue su victoria en Tenerife, de donde es originaria, la que compensó la sangría de votos en Gran Canaria, provincia por la que era candidata Carolina Darias. En la isla de Tenerife votaron a Hernández 11.630 electores más que en 2011, equilibrando los apoyos perdidos en Gran Canaria, debido principalmente al tirón que en la capital tuvo Podemos.

Baza electoral

Es precisamente esta baza electoral la que puede acuñar ahora la actual vicepresidenta del Gobierno para convertirse en la próxima secretaria general del partido, así como el apoyo de su socio en el Ejecutivo, Coalición Canaria, que quiere mantener el pacto de gobernabilidad, y que ha priorizado en recursos a las áreas sociales que ella capitanea, Empleo, Políticas Sociales, y Sanidad, en el Presupuesto de 2017.

Pero ha transcurrido un año y medio tras las elecciones autonómicas y distintos sectores del Partido Socialista en las Islas ven debilidades en la también consejera de Empleo y Políticas Sociales, lo que ha provocado una puesta en común entre los críticos para evitar que sea la próxima secretaria general del partido.

Están molestos por su política de nombramientos en el Gobierno, rodeándose de afines, por la falta de contundencia ante CC en temas como la Ley del Suelo o en la moción de censura en Granadilla de Abona, y por la carencia de empatía interna para lograr, si se alza con el liderazgo del PSOE canario, la cohesión de un partido roto en las Islas y con un serio competidor en la izquierda: la formación Podemos.

De este modo se postulan dos bandos. Las distintas facciones críticas que operaban por separado se han unido en un objetivo común: desbancarla de la candidatura a la Secretaría General. En estas lides, y con distintos dirigentes fuertes en cuatro islas, se encuentran Dolores Corujo, secretaria insular de Lanzarote, llamada a ser su contrincante en el camino hacia la secretaría general, aunque aún se ha de cohesionar este proyecto en el que están, además, los dirigentes grancanarios, Sebastián Franquis y Ángel Víctor Torres -posible candidato también de esta plancha electoral-; Gustavo Matos -el otro eventual aspirante a la secretaría general- y Javier Abreu en Tenerife; y Blas Acosta, secretario insular de Fuerteventura. Quedan seis meses para decidir quiénes y cómo van a estar al frente de esta candidatura de críticos a la vicepresidenta en el congreso regional, tiempo en el que puede pasar de todo, pero, por ahora, la meta es aunar estas sensibilidades en torno a una sola lista. Unidos tendrían posibilidades de victoria. Hernández tiene fuerza y bazas a su favor, como es su cargo en el Gobierno y el apoyo de los alcaldes del sur de Tenerife y de quienes la acompañan en sus funciones en el Ejecutivo.

En este escenario de peleas fratricidas, en la formación socialista se ha de nombrar a la gestora regional, tras la precipitada dimisión de José Miguel Pérez, que antes de irse suscribió un acuerdo con CC para cerrar la crisis de gobernabilidad, con una serie de condiciones. Por lo tanto, se ha marchado dejando el partido en manos de una gestora transitoria que deberá vigilar si los nacionalistas cumplen lo acordado por el equipo dimitido.

Así la gestora regional, que ha de nombrar la federal previsiblemente a principios de esta semana, se incorporará con un gran cometido: controlar que CC promueva la moción de censura al alcalde del PP en Puerto de la Cruz, Lope Afonso, y que dimita la alcaldesa nacionalista en Arico, Elena Fumero, con lo que ambos ayuntamientos pasarían a ser dirigidos por el PSOE en compensación por la pérdida de Granadilla de Abona. Según la adenda del pacto, CC tiene hasta el día 27 de este mes para cumplir con ambas cuestiones.

Y es ahí donde Patricia Hernández puede influir, pues aboga por la continuidad del pacto, sin rupturas antes de la celebración del congreso regional. En este contexto, ha formulado a Madrid una serie de nombres que pueden allanar su camino al liderazgo del partido: José Miguel Rodríguez Fraga, alcalde de Adeje desde hace 30 años, y que la apoyó en su candidatura a la Presidencia del Gobierno, junto a miembros de la vieja guardia de José Miguel Pérez, como Carolina Darias, Julio Cruz o Manuel Fajardo.

Los críticos rechazan de plano que sea Rodríguez Fraga el que lidere la gestora, cuestión que bloquearon el pasado jueves en Madrid, y proponen en su lugar a Dolores Padrón, la única representante canaria en la gestora federal.

En cualquier caso, el presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo, se mostró ayer convencido de que los cambios internos en el PSOE de Canarias no afectarán "en absoluto" al Ejecutivo regional, formado por nacionalistas y socialistas. "Sé que hay mucha gente que tiene mucho interés en hacer ver que puede afectar, pero desde que el Gobierno de Canarias tomó posesión el 9 de julio de 2015, no hemos parado de trabajar", aseveró el jefe del Gobierno regional.

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