Dos de los cuatro nuevos consejeros del Ejecutivo regional comienzan su andadura entre dudas y críticas. Pablo Rodríguez, al frente de la Vicepresidencia y del departamento de Obras Públicas, de un lado, y José Manuel Baltar, responsable de Sanidad, han acaparado los reproches y desconfianzas de buena parte de sus adversarios políticos a los pocos minutos de ser nombrados por el presidente canario, Fernando Clavijo. Al primero le achacan inexperiencia en el área que le ha tocado gestionar y, al segundo, su dilatada trayectoria en el ámbito privado y la posibilidad de que apueste por un mayor número de conciertos con la sanidad privada en detrimento de la pública.
El presidente de Nueva Canarias, Román Rodríguez, sostiene que el nuevo Ejecutivo, al que también se suman Cristina Valido, como consejera de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda, y José Miguel Barragán, que pasa a dirigir la Consejería de Presidencia, Justicia e Igualdad, está hecho a la imagen y semejanza de "la ATI-CC de Clavijo". A su juicio, el perfil del Gobierno es "muy insularista y conservador" y los nuevos consejeros "pintarán menos" que sus predecesores socialistas porque van a estar "subordinados a la lógica del presidente". Así, y tras registrar ayer las solicitudes de comparecencia de los cuatro nuevos consejeros de CC, subrayó que la anterior responsable de Obras Públicas, Ornella Chacón, tenía mayores conocimientos del área que Rodríguez. Igualmente, la delegada del Gobierno en Canarias, Mercedes Roldós (PP), considera que el vicepresidente está "un poco verde" para desempeñar esta función y tomar las riendas de Obras Públicas. Pero no fue al único al que cuestionó, ya que también dudó de la capacidad de Barragán para dirigir Justicia pese a su experiencia política.
Un "lobo" que cuida del rebaño
Podemos, a través de la diputada Concepción Monzón, calificó los nombramientos de "esperpénticos". Centró sus dardos en Baltar, hasta ahora director de Operaciones del Grupo San Roque y vicepresidente de la Alianza de la Sanidad Privada Española, porque "es como poner al lobo a cuidar del rebaño". Bajo su punto de vista, está en juego que se fomenten más políticas privatizadoras en este área, ya que Baltar ha defendido que se reduzcan las listas de espera incrementando el número de conciertos.
El PSOE, por su parte, teme que la apuesta por Baltar confirme la "desinversión en sanidad pública en beneficio de la privada". A través de un comunicado, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Iñaki Lavandera, mantiene que el actual Gobierno en minoría es "tan débil como el propio Clavijo".
Desde el primer minuto, Baltar también concitó el rechazo de la Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública de Canarias, que ayer lanzó un llamamiento al sector para que se movilice en contra de su nombramiento ante la posibilidad de que impulse el servicio privado a través de la transferencia de recursos económicos.
Como primera tarea el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Marcial Morales (CC), ya ha pedido al nuevo titular de Sanidad que visite la isla "cuanto antes" para poner en marcha los fondos destinados en 2017 a la unidad de radioterapia y los nuevos especialistas prometidos por el anterior responsable del área, Jesús Morera.
Por su parte, el líder de la Agrupación Socialista Gomera, Casimiro Curbelo, quien destacó que las designaciones responden a la apuesta de un Gobierno que tiene que trabajar mucho el consenso para sacar adelante normas fundamentales para las Islas como la ley de servicios sociales. Para la portavoz del PP en el Parlamento, Australia Navarro, "lo de menos son las caras", por lo que insiste a los consejeros que se centren en la gestión puesto que "queda todo por hacer". Recuerda a Clavijo que debe ser "generoso y humilde" porque está al frente de un Ejecutivo en minoría con escaso apoyo parlamentario. Ciudadanos, reclama también al nuevo Gobierno que se implique ya y resuelva los problemas de los canarios.
