En 1947, año en que el subsecretario de la Presidencia de Franco, Luis Carrero Blanco, asesinado por ETA en 1973, y la esposa del presidente de Argentina, Eva Perón, Evita, visitaron Canarias, donando esta última 2.000 toneladas de trigo a las Islas, la CIA elaboraba un informe sobre el sentimiento antifranquista en el Archipiélago. Uno de los documentos desclasificados recientemente por la Agencia Central de Inteligencia, fechado en agosto de 1947, muestra como los servicios secretos de EEUU hacían un detallado seguimiento de las actividades de los grupos opositores a Franco en la clandestinidad.
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Citaba a tres organizaciones: la más fuerte, la "socialista UGT", seguida de otro sindicato de corte "anarquista", la CNT (Confederación Nacional del Trabajo) y del Partido Comunista.
"La UGT tiene su fortaleza en Las Palmas, y la CNT, en Tenerife", se señala en el informe de la CIA, que precisa, además, que estos grupos antifranquistas gozan de "la simpatía de la mayoría de la población" en las Islas. Los servicios de inteligencia norteamericanos daban nombres de los líderes de las organizaciones opositoras al régimen, señalando a Serafín Antúnez como uno de los cabecillas socialistas más importantes "en el Puerto de La Luz", a un tal F. González, en Las Palmas, y a Juan Rodríguez, como adalid de los comunistas.
Levantamiento
En el documento desclasificado se sostiene que existen contactos con la guarnición militar, y los líderes afirman tener seguro el apoyo de alrededor del "40% de los oficiales si hay un levantamiento" contra Franco.
En el caso de Serafín Antúnez, la CIA podría referirse a un miembro de la UGT, afiliado al PSOE, y exiliado en el norte de África donde a finales de la década de los sesenta pertenecía a las secciones de la UGT y del PSOE de Casablanca (Marruecos). Así aparece en los archivos de la Fundación Pablo Iglesias. Juan Rodríguez podría ser Juan Rodríguez Doreste, pero lo señala como jefe de la organización comunista, mientras que él fue un destacado dirigente del Partido Socialista en Canarias. Rodríguez Doreste, conocido alcalde de Las Palmas de Gran Canaria en los años 80, fue dirigente del PSOE en las Islas desde antes de la Guerra Civil.
Al producirse el golpe de Estado el 18 de julio de 1936 estuvo escondido hasta que finalmente se entregó a finales de septiembre. Fue encarcelado en el campo militar de la Isleta y en 1937 trasladado al penal de Gando del que salió a finales de 1940. En Memorias de un hijo del siglo, Rodríguez Doreste expone que fueron años duros los de la represión franquista, en los que sufrió "prisión y vejación".
Relaciones con EE UU
Las relaciones entre España y EE UU no eran exactamente buenas en 1947. Habían pasado dos años del fin de la II Guerra Mundial donde España se mantuvo neutral pero Franco se miraba en el espejo de Hitler. En 1947 se gestó el Plan Marshall, una iniciativa de Estados Unidos para ayudar a Europa tras la contienda mundial. Los estadounidenses dieron ayudas económicas por valor de unos 12.000 millones de dólares. España se quedó fuera del Plan Marshall por su intolerancia religiosa. El presidente Truman era favorable a la entrada de España y sólo puso una condición, la de que se permitiera la libertad religiosa en España. Pero no fue así, aunque Franco tenía mucho interés en entrar en ese programa de ayudas ya que el país estaba devastado tras la Guerra Civil, finalizada en 1939. Esta situación fue retratada satíricamente en la genial película de Luis García Berlanga Bienvenido Mister Marshall, de 1953. A partir de los 50, el anticomunismo del régimen es valorado positivamente por EE UU que comienza a cambiar su actitud y a mostrar su apoyo a España.
La CIA destaca en su documento que los socialistas publicaban en 1947 dos periódicos clandestinos, Tiempos Nuevos yLa Voz del Trabajo, que aparecían semanalmente, o cada dos semanas, indica el informe.
Además, en el documento recientemente desclasificado se expone que en Canarias, "aunque no hay una organización centralizada -antifranquista-, existen buenas relaciones entre los líderes de los tres grupos, especialmente en todo relacionado con la distribución de la ayuda a los presos políticos".
Es muy curioso lo que los servicios de inteligencia detallan en el informe. Sostienen que la ayuda económica para los presos políticos se recaudaba entre todos los militantes de estas organizaciones, que aportaban "cinco pesetas" semanalmente, distribuyéndose de forma homogénea entre todos los detenidos.
Expone el memorándum que cerca del 90% de los trabajadores afiliados contribuían en las ayudas a los presos políticos. La represión de la dictadura era cada vez mayor, y así lo constata la CIA, al aseverar que las medidas represivas contra las organizaciones clandestinas se incrementaron en ese año.
"Durante los dos meses pasados -junio y julio de 1947, el número de presos políticos ha aumentado a más de dos mil", destaca el informe.
Se calcula que unas ocho mil personas pasaron por los centros de detención de Fyffes, en Santa Cruz de Tenerife, y de Gando, en Gran Canaria, dejando testimonio de las torturas y vejaciones que sufrieron.