"La educación es siempre una forma de poder contribuir a la evolución de las sociedades". Cristiana Oliveira (Oporto, 1976) lleva más de un año al frente de la Universidad Europea de Canarias como rectora. Desde enero del año pasado ocupa este cargo desde el que ejerce un liderazgo en la comunidad educativa. Oliveira no cree que haya tenido que redoblar sus esfuerzos para poder llegar hasta ahí por el simple hecho de ser mujer. A su juicio, la el papel de las féminas "ha cambiado mucho a lo largo de los años", tal y como atestigua cualquier fotografía actual de un aula universitaria: "Cada vez más hay un mayor volumen de mujeres que acceden a la Universidad".
El avance en materia de igualdad es, según apunta la rectora, uno de los pilares estratégicos de desarrollo de la Comunidad Europea. Por eso, Oliveira defiende que si hay una mayor presencia de mujeres en las universidades, "tiene sentido" pensar que las féminas deben asumir un papel mucho más importante en el seno de la sociedad.
¿Pero hasta cuándo habrá que esperar para romper el techo de cristal que separa a hombres y mujeres en el acceso a puestos directivos? Imposible saberlo. La también licenciada en Ciencias de la Agricultura cree que, cada vez más, esa barrera cede porque, "más tarde o más temprano, esta cuestión de igualdad de géneros entre hombres y mujeres dejará de existir en favor de las competencias que presente cada uno como persona".
La discriminación positiva contribuye a allanar el camino a las mujeres que desean empoderarse. Oliveira considera que puede ser una buena medida para facilitar el equilibrio entre géneros, si bien piensa también que hoy en día, a diferencia de lo que ocurría antaño, una mujer puede llegar al lugar en el que "quiere estar e impactar".
En la lucha por la igualdad y reconocimiento de la labor de la mujer a lo largo del tiempo es determinante la conciliación familiar. Su potenciación, subraya, es básica para avanzar en este sentido. "Al final, la función de la estructura familiar, en la que también participa el hombre, es garantizar que los hijos saquen lo mejor para el día de mañana", recalca.
Y para ese futuro, la rectora ya pide un deseo: que el Día Internacional de la Mujer que cada 8 de marzo se conmemora deje tener impacto. Ese momento, asegura, dará cuenta de que la sociedad ya ha conquistado un nuevo objetivo. "Querrá decir que la diferencia de géneros deja de existir".
